El aura que presentaba el partido, entre Costa de Marfil y Portugal, estaba lleno de morbo. Primero porque era el partido decisivo del “grupo de la muerte” (que integran conjuntamente a Brasil, el candidato por excelencia, y Corea del Norte, el eliminado a priori), segundo porque se presentaba como uno de los partidos más atractivos y reñidos de la primera fecha de la Copa del Mundo, y tercero por todo lo que circunda a dos megacracks del mundo del fútbol, Cristiano Ronaldo y Didier Drogba. Ronaldo llegaba al encuentro con la flecha señaladora que pese a ser uno de los mejores jugadores del mundo en el Real Madrid, en Portugal llevaba muchos partidos sin marcar un gol (en toda la eliminatoria mundialista no convirtió ni uno), por lo que el peso en sus hombros a la hora de empezar era muy grande. Por su parte Drogba hace once días sufrió una fractura en su brazo derecho, lo que parecía alejarlo definitivamente de la competición, pero los milagros de la medicina y la asombrosa fisiología del jugador permitieron que esté integrando el banco de suplentes. Como ya dijimos, mucha expectativa, mucho morbo.
Pero en los mundiales las mayores traiciones son causadas por las altas expectativas; Sudáfrica 2010 no es ajena a esto, y aun peor, está siendo uno de los peores mundiales que se recuerde con un promedio de gol bastante inferior a 2. El partido que podía definir a quien en teoría acompañaría a Brasil a octavos de final terminó en un hosco 0-0, siguiendo la marcada tónica de un mundial con anemia de gol.
La cosa empezó bien, se anunció que Drogba iba ser parte del encuentro, y Ronaldo en la segunda pelota que tocó mando un riflazo a la madera del cuidapalos marfileño Barry, pasado esto la estrella portuguesa se fue difuminando hasta casi la desaparición. El partido se disputó en el medio donde la pulseta se fue inclinando paulatinamente al juego físico de los africanos, donde la solidez de Kolo Toure y Zokora en la defensa y el orden y distribución desplegado por Toure Yayá, permitieron ir ganando metros. Ya en la segunda parta Gervinho, el delantero del Lille de Francia, con su habilidad y velocidad creó mucho peligro en la valla portuguesa. Eriksson en un afán de valentía hizo ingresar al titán Drogba, ante los gritos y regocijo del público asistente. Poca participación tuvo Didier hasta que casi al final en un jugada bien hilvanada sacó un centro bordeando el área chica que nadie pudo convertir, esto fue el inicio de un vendaval de ataques marfileños en el crepúsculo del encuentro, pero que no tuvieron destino de red.
La balanza de los merecimientos se inclinó a favor de los elefantes marfileños y con el contento añadido de saber que contarán con su talismán para lo que resta del mundial. Portugal se quedó con la sensación de que sacaron un buen resultado siendo menos que su rival, pero que Ronaldo en vez de saborear la red acumuló más frustración y por ende su escuadra quedó con muchas incógnitas a cerca de su futuro inmediato.
(Publicado en Página Siete el día 16-06-10)
3 comentarios:
Lo más notable del día de ayer fue ver que cada vez más países han cedido a la tentación de ganar un mundial jugando como Italia. Lo de Brasil, no por ser esperado dado a quien tienen por alineador (me niego a considerarlo entrenador), resulta menos decepcionante. Que jugaran así contra una selección como la de Corea del Norte debería ser razón suficiente para que no se vendiera ninguna amarelha más en lo que quede de campeonato. Y que los que tienen una la quemen.
De Cristiano, soy uno de esos que nunca esperan nada de él en una gran cita. Toda la grandilocuencia que ofrece en sus declaraciones desaparece vez que la exigencia es máxima. Rehuye del contacto con el balón en cuanto la realidad se desvía del guión que ha escrito previamente. Pasará a la historia más por bocazas que por otra cosa. Y si acaso se le pueda adjudicar otro adjetivo, sea el de piscinero: Sino fuera porque carece de las medallas, se le podría llamar el Phelps del fútbol.
Ninguno de los dos partidos de la tarde noche de ayer ofrecieron nada de lo que se puede esperar de equipos que tienen jugadores de mucha calidad. Parece que se está imponiendo el lema de no perder el primer partido del Mundial, y no importa el precio que haya que pagar por ello.
Iñaki, me encantó lo de alineador, las cosas como son y Cristiano un Phelps futbolero. Estamos esperando ansiosos algún aporte tuyo.
Alfredo, el miedo a perder se viene transformando el terror de perder, si a eso le añades la palabra debut, la cosa empeora, ojalá se suelten ya que pasó el traumático primer partido. Uruguay parece mostrar el sendero.
Un abrazo para ambos!
Publicar un comentario