jueves, julio 31, 2008

El Factor Tureque (Cubitel Producciones)

“Grotesca y escandalosa: sórdidamente atractiva”
Revista El lluchito pensante

"Es indignante el cine (como este) que retrata a la burguesía, 
se deberían prohibir estas prácticas trasnochadas"
El Beli, indomable e insobornable izquierdista de la localidad



“Un testimonio de la decadencia de nuestra sociedad, un manifiesto tocafondista que narra despiadadamente una más de las historias inicuas que ocurren en la urbe paceña. 
Así, sin más ni más.”
Revista Velando negativo

"Muestra los umbrales hasta los que lleva la cachonda"
El Gorila Albino, cinéfilo paceño


“Golpe bajo a las buenas maneras y a la moral pequeño-burguesa”
Fanzine Condorito en viaje de negocios

“Pesimista, pervertida y desconcertante: para estómagos fuertes”
Semanario Sorojchi Cultural


"Put. . ., el gordo ese, el presidente, un gran jodido"
Ricky T., eximio ceramista y creativo sin límites, en una charla con los amiguetes

"Yaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaaa, 
que cague de risa (...), oye cojudo, al final que fuerte "
La Vampi, azote de la noche paceña, señalando sus impresiones al actor Brian Leónidas

(Para observar el vídeo en un tamaño mayor ir a El Factor Tureque en Metacafe)

El Factor Tureque (Bolivia, 2006, 21 min.)

Escrita y dirigida por: 
Alvaro y Diego Loayza

Producida por: 
Andrés Costa du Rels para Cubitel Producciones

Elenco: 
Mariana Vargas
Karol Fernández
Brian Leónidas
Fernando Ballivián
Boris Zegarra
Mario Murillo
Juan Pablo Antezana
Jorge Vásquez
Sergio Ergueta
Christian Mercado
Alvaro Loayza

Efemérides bloguera: el Segundo aniversario de "el lar"

Julio no sólo nos otorga las gestas y memorias de la Revolución Paceña de 1809 a la cabeza de Pedro Domingo Murillo (o Peter Sunday Littlewall según los más dilectos anglicistas), sino que también de forma mucho menos grandilocuente, solemne y trascendente nos remite a las efemérides de nuestro querido blog “el lar de los conformes disconformes” donde todos ustedes, nuestros caros lectores, han ido sosteniendo las variadas disquisiciones que se han ido cociendo a través de estos dos años mediante escrituras, lecturas y comentarios. 

La retahíla de personajes y avatares que durante estos 12 meses vagaron por nuestras virtuales páginas fueron de diferentes rubros y de diversas raleas, pensar que se abarcó la infinita polémica entre Pelé y Maradona, se celebró a grandes finados y amigos como Fontanarrosa y Soriano, se incursionó por primera vez en el metal sacando a colación a Pantera y Tiamat, dos emblemas de ese género amado por muchos, incomprendido por muchos más, se exploraron las fronteras de otros cines, Kitano, Kusturica, León de Aranoa y Herzog entre otros y se siguió ahondando en los excéntricos universos de Cronenberg, Lynch o Buñuel, las letras tuvieron su lugar con Lucacks, Báñez o Aira, hubo homenajes a La Paz y a las descendientes de Magdala acompañada de una elocuente cascada pictórica, que además nos recuerda el crecimiento de esa arte en el blog con la aparición de Grünewald, Goya y Lucientes, Modersohn-Becker o Aivazovsky, sin olvidar a las historietas con sus cuculis y lustras pululantes de nuestras calles, las oscura y genial perversidad de Marcola o el erotismo irredento de Nashira Cuba entra tantas otras cuestiones y adalides tratados. Todo un universo o lar que va creciendo con las semanas, que esperemos mantenga el aliento para proseguir en sus afanes y oficios.  

Con el fin de celebrar el segundo aniversario dejamos las amenazas proferidas un año atrás, las de colocar en el blog los dos cortos producidos por Cubitel Producciones, subiendo hoy “El Factor Tureque”, para luego colgar “El Plan Papanoel” después de 15 días.

Agradecerles, a ustedes nuestros lectores, por sus recurrentes visitas, y esperando ir ampliando nuestros horizontes, nuestros personajes y nuestros temas, pero sobre todo nuestros lectores y sus añoradas visitas.

Un fuerte abrazo.

Cubileteros

lunes, julio 14, 2008

Fernando Niembro o las características innatas del periodismo



"Periodista: Hay una clara preferencia de su parte hacia los jugadores que juegan en el exterior respecto de los que lo hacen en la Argentina. La prueba es que usted llevó a Simeone sin alcanzar la plenitud luego de la lesión y le dio dos posibilidades de recuperación a Caniggia, quien finalmente no jugó ni un minuto...

Marcelo Bielsa: Simeone había vuelto a jugar en su club antes del Mundial. Eso es así. Yo elegí a un Caniggia vigente y sano. Y descarté a un grandísimo jugador, Saviola, en una posición que entendí que había otra opciones.

Periodista: Yo lo que quiero discutir, señor, es la plenitud de un jugador para jugar un Mundial. Entre un Caniggia que tiene dos lesiones consecutivas y usted le extiende la chance y un jugador que sea el 70% de Caniggia pero esté en plenitud... Digo Saviola, un jugador que ha tenido la chance. No sé...

Marcelo Bielsa: Sí, ésa es la verdad. No sabe."

Extracto de una conferencia de prensa entre Bielsa y un grupo de periodistas.

Alguna vez Omar Orestes Corbatta, el mítico win argentino que terminó alcohólico viviendo debajo del estadio de Racing, dijo que el periodismo era una mierda porque "te alaba cuando estás arriba y te hunde cuando estás abajo". Esto es totalmente cierto y atañe a una de las características más espantosas del periodismo en general (y el deportivo en particular): su capacidad de hacer daño, de construir verdades, de manipular y maniatar la realidad. En general, me parece que cuando se pretende criticar esta actividad éste es el punto que más se toma en cuenta, las malas intenciones, pero hay otra arista igual de profunda y constante: la ignorancia. Y en el periodismo la falta de conocimiento está camuflada por la información; los datos banales y simples que manejan los periodistas parecen conocimiento, pero son sólo expresiones de la falta de reflexión y exploración con la que acometen el análisis de cualquier fenómeno. Porque esa es la característica central del periodismo: solamente rumiar de la superficie de la realidad, de los sedimentos de mentiras, inventos, prejuicios, lugares comunes que se han hecho sentido común y parecen realidad.

Esta característica, constante en todo el medio comunicacional, en el periodismo deportivo llega a lugares de espanto. Más ignorancia, más lugares comunes, más desubicación. Esto sucede, me parece, porque existe una distinción valorativa entre el trabajo y el ocio. Todo lo que tiene que ver con lo productivo (que incluye el poder político entre sus actividades) es más importante que lo que está relacionado con las actividades del tiempo libre, espacios marginales de la verdadera acción social. Así, al más incapaz de los reporteros se lo manda a cubrir las declaraciones de los futbolistas, al menos apto para analizar se lo manda a escribir un comentario sobre un partido. El fútbol está cagado, le mandan al peor de los peores.

En Bolivia hay muchos indicadores de este fenómeno. Desde la ignorancia de Toto Arévalo hasta el amarillismo de Juan Pastén pasando por el ofensivo desconocimiento y poserio de Fernando Berdeja. Sin embargo, hoy me ocuparé de Fernando Niembro, debido a que este personaje posee una aureola de conocimiento y sabiduría a su alrededor, y es una de las voces autorizadas sobre el fútbol en el continente.

Anoche, 10 de julio de 2008, entrevistó a Thierry Henry en su programa "La última palabra". Ya antes, con otros personajes como Borghi, Batista y Bauza, Niembro había demostrado su incompetencia para hacer una entrevista decente. Los personajes tejen hilos, profundamente reflexivos y seductores, sobre este complejo juego que es el fútbol y Niembro se encarga de destrozarlo todo y volverlos a lo simple con inocuas preguntas. Pero ayer fue el colmo. Henry puede deber muchas cosas en la cancha (falta de coraje, perfil de "arrugeti", cierta negligencia) pero tiene una mirada lúcida sobre el fútbol y vivencias que pueden alumbrar el camino que transita este deporte actualmente. Pero con Niembro al frente es imposible transitar por esos derroteros.

Henry empieza a hablar sobre un fenómeno extraño: tienes un equipazo (como Francia en el mundial del 2002) y no puedes jugar bien. Elucubra, piensa, analiza y Niembro lo corta: "¿Ni siquiera se puede jugar bien con estas zapatillas?", burdo guiño a sus sponsors que derrumba toda la construcción analítica que esbozaba el futbolista. No, ignorante, esas zapatillas juegan solas. Henry empieza a discurrir sobre los inasibles meandros de la derrota, sobre perder un mismo año la final de la Copa del Mundo y de la Champions League y Niembro le pregunta: "¿Te sentiste triste cuando perdieron la final en Alemania". No, burro, fue el mejor día de su vida.

En el fondo está la simplificación total de toda la realidad. Buscar los lugares comunes y las sentencias concluyentes. Porque para el periodismo lo importante es la certeza (aunque sea burda e ingenua) por sobre la duda, la complejidad y la reflexión. Su bandera es la constatación de todas las verdades que signan la vida colectiva contemporánea, fortalecer los barrotes que encierran nuestra forma de actuar en sociedad. Junto a los abogados y los médicos son las tropas de élite de nuestra manera de habitar el mundo. Algo de esto habrá estado pensando Henry cuando en un momento de la entrevista hablaba sobre la muerte y le dijo a Niembro: "A todos nos va a llegar, pero me parece que algunos, como tú, tienen posibilidades de que llegue antes".

miércoles, julio 09, 2008

El extraterrestre César, habitante y hacedor del planeta Aira

"... son tan escasos los escritores buenos que cuando aparece uno,
entre mil malos, casi no necesita escribir para que alguien se de cuenta"

"Quizá el problema de los escritores era que siempre querían hacerlo bien,
siempre querían escribir "en serio", y podían pasarse la vida sin empezar,
tan abrumadora se presentaba la exigencia de expresar su verdad."
César Aira, Parménides

Por las escasas aventuras que me ha tocado merodear por el planeta Aira, puedo certificar que su rey y único habitante, además de arquitecto y constructor, César, es realmente, un extraterrestre. Los derroteros personalmente recorridos me presentan en primer lugar una atípica e irrisoria guerra que se libra entre los acérrimos asistentes de dos gimnasios de un mismo barrio (“La guerra de los gimnasios”), como también un recorrido temporal a una Elea donde Parménides entrega, a un joven poeta la jocunda tarea de redactar a su nombre el épico poema filosófico “Sobre la naturaleza” (“Parménides”) y, por último, el en(frasca)rme en las abundantes y colosales disputas entre el bien y el mal protagonizadas por los antitéticos Barbaverde y el Profesor Frasca ante los atónitos ojos del desconfiado, ingenuo y enamorado periodista Aldo Sabor.

La literatura de Aira habita en su planeta donde su mundo se viste de una realidad tangente, plagada de personajes taciturnos, con grandes aspiraciones y voluntades endebles para hacerlas carne, debido entre otras cosas a las extravagancias que se suceden dentro de su cotidianeidad tan poco rutinaria.

Aira hace blandir su pluma al unísono de su inteligencia, con lo cual acaece un popurrí de imaginación desbordante, creando entornos barrocos, complejos, alucinados, donde discurren las profundas reflexiones de sus héroes.

En su última obra “Las aventuras de Barbaverde” nos situamos en una Rosario actual, donde el pérfido Doctor Frasca anda urdiendo increíbles planes para mandar al bombo el mundo, pero conseguir sobre todo su máxima aspiración, que es derrotar a su archirival y epígono del Bien, el elusivo Barbaverde, quien en infinidad de ocasiones ha truncada las malintencionadas y bienpensadas tramas de Frasca. En esa coyuntura de estirpe comiquera, emerge el personaje principal Aldo Sabor, neófito periodista que será quien bajo el amparo del superhéroe tendrá la dicha de ser cronista y testigo presencial de sus aventuras; también está Karina, la bella y insobornable artista posmoderna, de la cual Sabor se enamora profundamente y que siempre está envuelta por azares del arte y del destino en los entresijos de los combates de tan relevantes antagonistas.
Dentro de lo que serían trazos extraídos de un género tan efectivo como trillado, que es el comic de superhéroes, Aira empieza y aprovecha el fértil terreno para disparar pincelazos de su irresistible imaginación, su humor socarrón y su desvariante inteligencia, ésta última que parece tener cotas insuperables en la acogedora sesera del Doctor Frasca que con fines de trastornar la simple existencia mundana planea en sus infructuosos y denodados intentos: lograr hacer irrumpir a la existencia cósmica un Salmón gigantesco que se acercara a la tierra y sirviera para alimentar por siempre a toda la humanidad, todo esto bajo el estricto monopolio del ingenioso y perverso Doctor basado en maquinaciones fundadas en un estricto darwinismo; en otra ocasión decidió, con una tremenda maldad filosófica, aniquilar el presente suplantándolo “con la sucesión causa-efecto (…) la causa siempre estaba en el pasado, respecto del efecto, y éste estaba en el futuro de la causa”, lo cual alborotó de sobremanera las reflexiones de la hermosa Karina quien se decía “No habría más presente. El mundo se quedaría sin esa deliciosa suspensión irresponsable en que las cosas han coincidido porque sí, por casualidad, sin explicación. Todo empezaría a funcionar en encadenamientos que extenuarían el pensamiento de la Humanidad, y ya no habría más vacaciones, ni felicidad.”; la siguiente fechoría del siniestro genio del mal consistía en convertir todos los juguetes del mundo en personas y aparatos de tamaño real, nutriéndose de extensos ejércitos de súbditos a su profesoral majestad, así como también haremos de impúdicas Barbies dispuestas a todo; y finalmente ir haciendo agujeritos en el forro del universo mediante una soslayada subasta de números que permitiría eventual y falsamente disipar el hambre del mundo, toda una pantomima con fines de dominación de ese genio del mal “que tenía el mundo entero por escenario”.

Toda esta secuencia de enrevesadas tramas y estratagemas de dominación universal están salpicadas del humor más telúrico y pueblerino, ya que el pese a lo vasto del planeta tierra casi todos los intentos se dan en Rosario o en pueblos cercanos como San Lorenzo donde amas de casa se dedicaban a la artesanal tarea de redactar revistas de chismes conocida como La Sanlorenceña, alguna aventura como muy lejana produce eventos en Egipto a donde se traslada un grupo de turros y atorrantes rosarinos a beber cerveza con la excusa de un viaje “arqueológico” al mando de Tapita, y acompañado de “grandes” intelectos como Cabeza, Jonathan, Bonfiglio o el dandy Carlitos, con sus novias Beba y Yamila.

Así de inconexo, inaprensible, variopinto, improvisado, estrambótico, barroco, improbable y fascinante es el atisbo que poseo de la literatura de Aira, y asumo e imagino, que con lo prolífico y desmesurado que es, sigue poblando de criaturas extrañas y descontextualizadas conflictos inéditos e impensables para cualquier otro escritor no extraterrestre que no tenga como nombre César y de procedencia planetaria Aira (aunque con lo paródico y socarrón que es César Aira, finalmente me decanto a pensar o imaginar que él no se digna a habitar su propia orbe).

jueves, julio 03, 2008

Top 5: Créditos en un largometraje

Los créditos, en lo personal, tienen una función estética vital y hasta casi una ética con respecto a la totalidad del filme y a su relación con el espectador. Me explico: después del título mismo – que debe ser la abstracción más pura de una obra –, están los créditos para presentar, introducir y, sobre todo, sintetizar el aura de la película en imágenes (fotográficas, musicales o tipográficas) concentradas. En ellos todo es significativo; que sean breves, largos, ausentes, elaborados, al principio, al final, con o sin música, todo eso siempre quiere decir algo y ese algo es determinante para el propicio desarrollo del ritual cinematográfico.

Los créditos, su instancia, razón de ser, me intrigan y deleitan. Muchas veces una película me ha conquistado de buenas a primeras por una presentación que me puso la piel de gallina. A través de esta forma de introducción propia del séptimo arte, muchas veces, se han logrado trabajos de una inteligencia plástica deslumbrante: músicos y cineastas, fotógrafos, directores de arte, diseñadores han logrado alianzas indelebles en el tiempo y han marcado estéticas enteras. Me fascinan las secuencias de créditos, su concepto, su función, como diría Kika: ¡Qué vivan los créditos! Aquí van cinco como podrían ir veinte.

Mulholland Drive (David Lynch): En este opus, los créditos iniciales son también los créditos iniciales de la película dentro de la película: estos no aparecen sino hasta después de ver a los ingenuos bailarines de jitterbug superpuestos en una histérica pesadilla kitch. Alguien cae dormido… el sueño empieza, las cuerdas y su ondulación de ominoso erotismo, Angelo Badalamenti: la noche de Los Angeles y hasta su brisa se pueden sentir. Bienvenidos a la mejor película de nuestra generación, no se olvide de comprar pasaje de ida y vuelta porque es muy fácil no salir nunca de ahí.






Spider (David Cronenberg): Como gran fanático de las texturas que en las paredes el tiempo y sus aliados – humedad, erosión, vandalismo – se encargan de pintar y despintar orgánicamente, no puedo sino fascinarme ante la idea cronenbergiana que se materializó junto al equipo de dirección de arte en Spider. Me estremece la idea de tests de Rorschach plasmados de manera aterradoramente simétrica en las entomológicas texturas de los muros verdosos de una lluviosa y enmohecida Londres, escenario de la hermosa tragedia freudiana. La canción de cuna provee una sensación de tierno empero frío hálito maternal combinado con el paso sardónico y destructor del tiempo.



Beetlejuice (Tim Burton): Tim Burton es un fanático de la secuencia de créditos y, por lo general, las hace muy bien. Podía haber elegido la de Ed Wood o la de Swenney Todd. Empero la secuencia inicial de Beetlejuice concentra toda la idea burtoniana de créditos: una síntesis en miniatura, una síntesis estilizada de la película en su totalidad: maqueta de la historia y estética a desarrollarse. Es notable también el trabajo conjunto con el genial y demente engendro psicopunk Danny Elfman, encontrándose mejor que nunca en esa sabrosa combinación músico-director que es tan importante para lograr un impacto en estos afanes.



Ararat (Atom Egoyan): El plano secuencia inicial que sirve de secuencia de créditos en Ararat, la película épica de Atom Egoyan, podría entrar también en mi top 5 de planos en la historia del cine en general. En primer lugar, por la maravillosa coreografía con la lente macro, en segundo lugar porque esa coreografía apunta al taller de un pintor (Arshile Gorky) y de una manera empapada de una luminosa pero sutil poesía, filigrana cinematográfica: esa cámara acaricia los instrumentos del artista como vehículos de una memoria; dolorosa memoria, colectiva memoria, sangrienta memoria en este caso. Paul Sarossy, el fotógrafo canadiense, logró una aproximación inédita al mundo del pintor en la pantalla grande.




Mujeres al borde de un ataque de nervios (Pedro Almodóvar): Almodóvar es otro amante de los créditos. Estilizada, sobrecargada, supersignificativa, la secuencia inicial de Mujeres al Borde de un Ataque de Nervios sintetiza esa voluntad hitchcockiana (plasmada en Vertigo) de introducir el lenguaje emocional de un film a través de una atención meticulosa al diseño de (y en) los créditos. Fanático confeso de la tipografía y el diseño gráfico, el gran realizador español trabaja imagen y música de una manera tan sintética y plásticamente comprometida, que marca de manera indeleble el tono de los maravillosos sucesos a venir. Un verdadero matrimonio entre el diseño y el cine. Obra maestra en cuestión de obras maestras y obra maestra en cuestión de concepción de créditos.