Joseph Conrad en su canónica novela “El corazón de las tinieblas”, narra la peripecia de Marlow a través de un río africano hasta su encuentro con Kurtz, un sombrío, cruel y enigmático personaje. La travesía es un viaje a las profundidades, límites y oscuridades del alma humana, y que tiene en “¡El horror!, ¡El horror!” las últimas palabras de Kurtz antes de perecer, el epítome de ese descenso infernal.
Inglaterra todavía no ha terminado su travesía mundialista, en teoría no está todavía al borde de perecer (aunque no ganarle a Eslovenia lo tendrá casi con seguridad fuera de la competencia), pero si ha llegado al fondo de un descenso infernal con todos los ecos a su alrededor repitiendo la célebre frase de Kurtz “¡El horror!, ¡El horror!” .
Lo observado en el partido empatado a ceros contra Argelia, nos remite a lo peor que se ha visto en la Copa del Mundo, tomando en cuenta que Inglaterra era a priori uno de los grandes favoritos a ganar el mundial. Ningún favorito hasta ahora (con la salvedad de Francia que no era favorito por el mero hecho de tener al pitoniso Domenech en la banca) ha realizado una performance tan pobre como los británicos, incluyendo las mucho más dignas derrotas de España y de Alemania.
El hecho de tener a la cabeza del equipo a un entrenador tan laureado y reputado como Fabio Capello, el hecho de tener a Rooney, uno de los cinco mejores jugadores del mundo hoy por hoy, el hecho de contar con dos volantes de ida y vuelta con una pléyade de recursos como Lampard y Gerrard y, por último, el hecho de tener una comparsa de acompañamiento de muy alto nivel (exceptuando quizás a sus porteros y delanteros centro), convertían a Inglaterra en un candidato principal a ganarlo todo, pese a su historia de reveses en las Copas del Mundo.
En la tarde del viernes se observó un equipo inglés insípido, desorientado, desmotivado e impreciso, con un Rooney en un nivel paupérrimo, muy en sintonía con un Lampard y un Gerrard, sin imaginación ni pujanza y con su calidad abandonada a las orillas del Támesis; sumando a esto actores de reparto sin guión, fallando pases y pases, lanzando pelotazos y pelotazos para un abandonado y sobreutilizado Heskey, además de tener un técnico impertérrito o falto de reacción en el cambio de fichas para tratar de evitar un desempeño que creó el mísero número de una situación de gol en todo el encuentro (un tiro suave de Lampard que contuvo el arquero argelino).
Cotejando las grandes expectativas creadas con la deprimente realidad que nos ha mostrado Inglaterra, ante equipos como Argelia (que disparó una sola vez al arco) y contra Estados Unidos (que estuvo al borde de la eliminación horas antes contra Eslovenia), nos quedamos decepcionados y desengañados de todas las esperanzas puestas en el equipo y sus aparentes cracks (aunque queden posibilidades, escasas por cierto, para un cambio de 180 grados), con nuestros oídos percibiendo como ruido de fondo las tenebrosas y sugestivas palabras de Kurtz, ya en inglés, “¡The horror!, ¡The horror!” .
3 comentarios:
Capello ha conseguido diluir el estilo típicamente inglés y lo ha dejado en un sucedáneo que no se sabe qué sabor es el que tiene. Porque si con los jugadores que tiene intenta jugar a la italiana, no saben hacerlo por tradición. Ayer se vio a un equipo sin ideas, muy pobre, y que sólo con los cambios de última hora pareció salir de las tinieblas y acercarse tímidamente a la luz pero nada de nada.
Humillación máxima si fueran eliminados por los norteamericanos.
Del partido de Estados Unidos, los comentaristas de la ESPN estaban encantados con su equipo, al menos en la segunda parte, y destacaron mucho su capacidad de lucha y sacrificio. Con eso, y algo de fútbol, pueden llevar a la tragedia a los ingleses.
Un abrazo!!
Si Holanda-Japon fue horrible, lo de Ghana y Australia no tiene nombre. Que Mundial el que estamos viendo??? Donde esta el futbol????
Alfredo, Inglaterra está coqueteando con el abismo, jugando como lo han hecho hay muchísimas chances de que queden fuera. Ojalá aparezcan al menos las individualidades para darle un poco de oxígeno al equipo.
Lu, por suerte el partido entre Dinamarca y Camerún salvó las papas, estuvo muy bueno, aunque demasiado premio para los daneses; pese a este encuentro el mundial sigue en un déficit futbolístico brutal.
Saludos desde Lapazcity.
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