Escribo esto horas antes del partido que enfrentará a las selecciones de España y Portugal. No voy a hacer un pronóstico pues posiblemente tuviera que comerme mis palabras. Como tantas veces… Intentaré disfrutar del juego como cada vez que me siento a ver un partido, juegue quien juegue. Me gusta el fútbol por encima de todas las cosas. Ataque y defensa. Cada opción que el juego proporciona merece ser disfrutada. Ojalá el de hoy sea un partido que merezca la pena recordar. Ya no abundan lamentablemente. Últimamente han adquirido más relevancia cuestiones ajenas al fútbol (me niego a considerarlas siquiera colaterales).
Me gustaría que ganase España aun a pesar de ciertos nacionalismos exacerbados que surgen a la sazón. Detesto la exhibición de la simbología patrioteril. Sólo sirve para ocultar problemas más serios. Hoy, veré el partido con la camiseta de un equipo sudamericano que me regalaron no hace mucho. En recuerdo de todos esos que aman el fútbol tanto como yo y con los que he compartido unas cuantas horas de fútbol. Con cervezas o sin ellas…
Decía que me gustaría que ganase España. Como paso previo hasta la victoria final. Lo deseo porque me parece que es el grupo de jugadores que más méritos futbolísticos ha presentado en estos últimos 4 años. Aunque eso no sirva para nada en la previa de un partido. Estos jugadores han recuperado la dignidad de este maravilloso deporte por enajenarse de los valores imperantes (el ganar como sea) para seguir disfrutando de saltar a un terreno de juego y desplegar del mejor modo posible sus habilidades balompédicas. Pase lo que pase. Estos jugadores, a pesar de todas las victorias acumuladas individualmente y en sus respectivos equipos, siguen mostrando una unión inquebrantable, una generosidad para con el compañero y un respeto absoluto por el rival. Sólo por esto, merecen llevarse la copa a sus casas. Porque el mérito, pase lo que pase, será sólo suyo. A los demás nos queda esa sensación placentera que deja el haber podido disfrutar de un espectáculo único.
Pasen y vean…
5 comentarios:
Pase lo que pase, la clasificación de nuestro vecino me deja, a la vez, esperanzado y desesperanzado respecto a Bolivia. Posiblemente, con un proyecto serio, un técnico serio y un grupo de jugadores bien parados en la cancha se podría pensar, se podría soñar no en cuartos de final pero sí, al menos, en clasificar y mostrar un fútbol mundialmente respetable... No olvidemos que Paraguay no vive una situación económica muy diferente a la nuestra o, en todo caso, que está más cerca a la boliviana que a la de Japón en materia de infraestructura deportiva y medios.
El caso chileno es triste pero es como es: para soñar con ganarle a Brasil son necesarias estas cuatro condiciones: que Brasil juegue muy mal (o peor), que Brasil tenga mala suerte, que Chile juegue el mejor partido de su vida (o más) y que Chile tenga suerte. Digo necesarias porque si una de estas no se satisface, lo más probable es la derrota. Chile jugó mal, no tuvo suerte... lo demás dedúzcanlo uds.
Verdad: Esos nacionalismos exacerbados y caricaturizados son una tara para el progreso cerebral de la especie y de las naciones... algunos nos hacen ver como unos huevardos ante los extraterrestres que nos contemplan. Aparte de esos casos, es totalmente comprensible la (in)sana emoción que genera entre los privilegiados que van quedando, cada victoria. Lo mismo es para Brasil que para Paraguay o España, el mundial provee a nuestra cultura de un sentimiento poderoso y quizás inigualable de pertenencia, de orgullo y, por ende, de pesar y de frustración.
Veamos como le va a este enfrentamiento intrapeninsular.
Abogo por todo lo bien que ha hecho las cosas la selección española hace ya algunos años, por su estilo, por su juego, por su cariño a la pelota, etc. Por eso lo que no aguanto es a Del Bosque aferrándose empecinado y contumaz a dejar a Busquets de doble pivote. A una selección como la española no le corresponde tener ahí a un inocuo jugador como el longo medio centro, dejando que en el banco se pudran Fabregas y Silva, no es justo con el estilo español, no es justo con el buen fútbol que España viene pregonando desde hace años, no es justo con los dos cracks que se quedan en el banco, no es justo con el público que demanda más de la España mundialista, no es justo con Xabi a quien a penas le llega la pelota, y no es justo por tantas cosas más. La terquedad de Del Bosque lamentablemente me ha distanciado un poco de la poética que ofrece España, justamente porque su entrenador es el primero en traicionarlo. Un abrazo a Iñaki y estaremos vistiendo la misma camiseta durante el encuentro.
Diego, si Chile no le ganó a Brasil no fue porque le faltara fútbol. Me emociona ver que países con escasa tradición se plantan en las últimas rondas por delante de clásicos que tan sólo exhiben historia. De las 8 clasificadas, Uruguay es quien me merece mayor respeto.
Alvaro, Del Bosque no ha traicionado nada. Las lesiones son quienes hipotecaron en abril a la selección. A día de hoy, Torres e Iniesta están haciendo la pretemporada. Y ojalá pudiera hacerla Cesc. No creo que le falte toque a esta selección, y mas después de haberle concedido a Piqué el primer pase. Lo que le falta es profundidad por las alas con los laterales, y goles que no lleven la marca del 7. Por lo demás, si hoy no hubiésemos pasado, visto el juego desplegado me hubiera sentido orgullloso.
CR7 cada vez se parece más a Boabdil...
Iñaki, quizás Del Bosque no esté traicionando los principios que defendía la España del Sabio de Hortaleza, pero el hombre está bastante desorientado. Si lo que le hace falta a España son goles que no sean de Villa, es más que lógico poner al volante que más gol tiene, léase Fabregas (hizo como 20 en la temporada con el Arsenal, más que Xabi, Alonso, Iniesta y Busquets juntos), pero de forma recalcitrante se niega a hacerlo, en el tercer partido hizo ingresar a Cesc con fin de aguantar no de atacar, por eso lo cambió por Torres. Por los laterales le falta por la izquierda, Capdevilla no sube, pero hoy Ramos fue el mejor de la cancha, cuando le agarró el juego a Contrao, se ganó la mitad del partido y casi todas las jugadas de peligro llegaron por su banda incluida una atajada espectacular de Eduardo. No discuto que la selección pueda dar orgullo, lo suscribo, pero de lo prometido a priori a lo ofrecido hoy, veo a España muy distante de ser un equipo con un juego arrollador. Las lesiones afectaron, eso sin duda, pero los caprichos ojalá no sean el karma que cargue España. Un fuerte abrazo.
Alvaro, sabes que la pasión no es precisamente lo que me mueve en cuanto a selecciones. Admiro formas de juego...
El partido de ayer no fue ninguna exhibición, por supuesto, pero España jugó a lo que sabe. Unas veces con más acierto que otras, pero sin perder el estilo. Y es lo que me importa.
En el tema Cesc, tienes parte de razón y quizás ayer fuera él quien pudiese haber dado la precisión de Xabi Alonso. El otro Xavi es insustituible (en mi opinión es el mejor jugador del mundo). Y Busquets es de todos los medios el que está más en forma. Por Iniesta, yo ayer habría apostado por Silva. De Torres hay que valorar su capacidad de atraer defensas. Los que le defienden a él, no defienden a Villa. Los centrales están ejerciendo su función de manera inmaculada y le aportan a Casillas la confianza que parece que le falta. Y de los laterales, mejor para atrás que para adelante. Colaboran bien incluso en media cancha, pero echo de menos de ambos que lleguen a la línea de fondo. Ramos busca demasiado zonas centrales y atasca y "embudece" el juego. A Capdevila le falta toda la precisión del mundo, pero tácticamente entiende mejor el juego que el compañero de la derecha.
De todos modos, son detalles. Lo verdaderamente importante son esas posesiones eternas que acaban con un disparo a puerta. Ese acaparar la pelota, que uno no sabe ya si es que el rival renuncia a todo previamente y se pone en manos de contraataques suicidas. España, ataca y defiende en 40 metros la mayor parte del partido. El rival, tiene que hacerlo en 80 cada vez que sale de su madriguera. Me gusta ese fútbol, más allá del mero orgullo patriotero. Aunque no siempre sea todo lo vistoso que imaginamos.
Abrazos...
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