Con este triunfo y por el devenir de todo el mundial, parece que se está implantando un nuevo paradigma futbolero, uno que prima al conjunto sobre la figura individual, uno que premia al que propone y al que ataca y no al que especula y se parapeta atrás, uno que prioriza el pase certero y el buen pie al pelotazo y a la lucha en las pelotas divididas. España en selecciones, el Barça en equipos, lideran la redefinición de los paradigmas y cánones futboleros, y creo que es digno de celebrar que cuatro años después, cuando Italia y su mezquindad triunfaban sumiéndonos en la desesperanza, hoy gana una España, equipo compinche del balón y de su buen trato, donde la individualidad y su talento está al servicio del conjunto y el conjunto al servicio de la individualidad (eso explica porque Messi brilla en el Barcelona y no en Argentina).
Parecen haber vientos de cambio en el fútbol, la época de las estrellas (por ejemplo un México ´86 con Platini, Zico, Rummenigge, Francescoli, Butragueño y como no Maradona) parece difuminarse como cosa del pasado, hoy el peso cae sobre la estructura del equipo y la propuesta de éste, como fue el caso de España, Holanda, Alemania y Uruguay, y el rotundo fracaso de las figuras individuales como Rooney, Ronaldo, Messi o Kaká. Alemania se erigió como uno de los emblemas de la Copa del Mundo llegando con su nombre e historia a cuestas pero sin nombres rutilantes, un equipo sin figuras, que más bien era un puñado de buenos jugadores de fútbol, todos aptos para el toque preciso y el sacrificio, primando el triunfo al brillo individual, en esta coyuntura no se pudo evitar el apreciar a todos los alemanes y entre ellos el fútbol de dotado de Özil, el privilegiado estilo todoterreno de Schweinsteiger o el olfato y versatilidad de Müller, pero ya se atisba un nuevo jugador alemán, que mezcla grandes dotes físicos con una inteligencia sutil para hacer fluir la pelota; ese sentido de jugar bien a través del conjunto explica la paliza soberana que le propiciaron a Argentina, equipo que contrariamente apostó por un fútbol basado en el aislado y eventual talento individual que no funcionó. España por el contrario está plagado de pequeños geniecillos: Xavi, Iniesta, Fabregas, Villa, etc. que todos ostentan una fantástica empatía con la pelota, pero así también lo hace el gigante Piqué que con su corpulencia acaricia la pelota y muestra sobre todo nociones e inteligencia para entender el juego. Uruguay demostró que en un conjunto bien trabajado y aceitado, lleno de obreros que respetan el juego y la pelota, sin abusar jamás del juego brusco, sumado a algún jugador desequilibrante (léase Forlán y Suárez), puede rozar las cimas del fútbol mundial, sin obviar la magnifica influencia de un estratega medido, sagaz y sabio como el “Maestro” Tabarez. Holanda fue de los triunfadores el representante que más optó por el pragmatismo sin una clara vocación de ir adelante, pero dentro de su propia lógica, siempre privilegió lo colectivo sobre lo individual, sin menoscabar el potencial de sus jugadores dotados para marcar diferencias específicas.
Por el desenlace del mundial, que castigo a los rácanos como Francia, Italia, Inglaterra o Brasil y que premió a los equipos con vocación ofensiva y mira puesta en el arco contrario como España, Alemania, Uruguay o Ghana, dentro de este transito que vive el fútbol a un nuevo paradigma, los vientos que se avecinan parecen más benévolos y agradables para los amantes del balompié bien jugado y no meramente resultadista, mientras seguimos esta evolución a seguir festejando a Xavi, Iniesta y el fútbol orquesta de la Selección Española.
5 comentarios:
Mejor resumen imposible. Todavía con la digestión por hacer, tanto de los hechos como de los datos, cabría añadir que equipos sin la preponderancia de los clásicos en los triunfos han ofrecido una imagen más digna y solidaria, más cercana con el espectador y certera con el juego: USA, Japón, Eslovaquia, Chile, Paraguay son algunos de esos ejemplos. Sin excesos ni vedettes, han demostrado que este es un juego de equipo, un deporte de once contra once en donde hasta los suplentes suman.
Con talento y automatismos se pueden suplir las carencias físicas, con el dominio de la pelota se refuerza el colectivo y la autoestima del mismo. No hay cosa más grande que tener un compañero al que agradecer sus esfuerzos, su visión generosa y solidaria. Sólo así ha asomado el talento en este Mundial.
La lástima es que hoy el gol se ha vuelto un arte inextricable para muchos. Una especie de conjuro. El miedo a recibirlo ha preñado las intenciones de la mayoría. Y de ahí sí que sólo salvo a España, Alemania y Uruguay (sirva de algo el orden clasificatorio). Y honestamente, de no ganar España, me hubiera hecho ilusión que se hiciera buena la frase que hizo famosa Gary Lineker.
Yo todavia sigo celebrándolo de resaka. Esto es muy grande, y al final, como dijo algún periódico, la bella triunfó sobre la bestia. Mejor final para este cuento imposible.
Muy bien escrito y pura sensatez, me lo pase bien leyendolo! A mi me parece que los Holandeses cambiaron su propuesta de futbol contra España, antes de la final habian practicado generalmente un futbol bonito y ofensivo. Saludos!
Desde Brasil-Holanda el equipo Holandés ha apostado por el juego violento y el corte constante de ritmo, argumento éste valido si es que se cuenta con un buen árbitro que termina mellando las posibilidades del equipo mediante amarillas (España necesitó no solamente que todo el equipo Holandés portara una amonestación, sino de la justa expulsión de Heitinga, para no llegar a los penales)
Creo que no se ha profundizado lo suficiente en lo fuerte del juego de todo el equipo HOlandés a lo largo del mundial, basta recordar la impotencia que mostraba Dunga frente a ese juego estando todavía el marcador 1 a 0 en favor de Brasil, o el gol contra Uruguay que comenzó con una falta sobre Gargano igual o peor que la cometida por De JOg contra Xabi.
Hasta Robben, el jugador más delicado, buscaba lastimar escondidamente en cada oportunidad que se le brindaba. Ese pisotón que sobre el cuello de Casillas merecía una roja.
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