miércoles, julio 28, 2010

Antonio Mariaca: el color como alfa y omega del lenguaje pictórico

Cuando uno se enfrenta a un lienzo del paceño Antonio Mariaca, las dualidades sempiternas que se presentan en la historia del arte parecen estériles para clasificar lo que se tiene ante los ojos. Así pues las duplas vanguardia/clasicismo, figuración/abstracción, expresionismo/impresionismo, realismo/idealismo, no nos aclaran en absoluto el panorama respecto al lugar de la obra de este artista. Sin fallarle totalmente a la verdad, la susodicha obra corresponde a todos estas categorías o podría corresponder si nos limitamos al afán de clasificar y archivar el conocimiento. Sin embargo, ninguna de estas categorías describe a cabalidad el trabajo de Mariaca. Para captar la particularidad de este corpus gigantesco de cuadros es necesario remontarse a una instancia anterior a la gestación de estas dualidades con respecto a la cuestión de la modernidad en el arte. Ésta no consiste en otra cosa que en buscar el lenguaje – pictórico para el caso que nos ocupa – puro.


Con evidentes influencias de Picasso y del maestro expresionista Rimsa, el pintor inicia una travesía hasta encontrar su propio lenguaje, su propio sistema y, sin embargo, como buen modernista, busca, metódicamente, el lenguaje de lo pictórico, las armas puras de la representación mediante una técnica, tan infinita, plástica, compleja y elemental como es el óleo.

La piedra angular de la obra es el color y las emociones que se logran mediante su combinación. De esto se podría deducir que Mariaca se alinea en la escuela abstracta heredera de Kandinsky y sin embargo no estaríamos en lo cierto. En eso consiste la grandeza de este pintor: nunca sucumbió totalmente a la abstracción y, más bien, operó la alquimia pictórica de la transfiguración del objeto cotidiano en una auténtica fiesta de colores. En ese sentido Mariaca, nunca se apartó de los motivos de la pintura académica y tampoco se obsesionó con ninguno en particular (aunque tuvo motivos predilectos, cómo no): paisajes, naturalezas muertas, retratos, desnudos, etc. Él no apostó por alejarse del objeto para dedicarse exclusivamente al color sino que creyó posible que el color era capaz de transformar al objeto sin perder una pizca de su poder expresivo. He ahí la tensión.

Como buen vanguardista, rechazó los cánones del dibujo, el volumen y la perspectiva clásicos, dejando bien claro que, para el pintor, éstos son tan sólo instrumentos y, muchas veces, no los más útiles para llegar al éxtasis plástico. Esa postura le permite liberar ese niño interior que simplifica las formas para resaltar las emociones y, sin postura ideológica o filosófica, deja ver en su obra una mirada diáfana de la vida.

Como en la visión alucinada de un santo, la imagen de una simple iglesita de pueblo, al pie de un cerro deviene en una maravillosa amalgama de mensajes cromáticos que, si bien se entremezclan en una síntesis epiléptica de sensaciones, no dejan de poseer un orden musical que se derrite como el tiempo y, sin embargo, está ahí, fijo, intemporal, como un escrito en la piedra.

Quizás la fiesta sea la clave ética y estética de esta obra: el espíritu festivo propio de la religiosidad mestiza de los Andes pareció haberle inspirado para transfigurar la visión de la multitud en un sólo cuerpo cuya energía se manifiesta en una apoteosis de colores. Una embriaguez prístina que acerca al hombre a su creador a través de los elementos, parece motivar esa mirada sutilmente mística. Esa es pues la pintura como praxis: una embriaguez y una fiesta. El templo es un taller, las palabras son pigmentos y las plegarias son esos pigmentos plasmados y combinados en un lienzo. Oficiando día a día esa ceremonia, trabajando como pocos, Antonio Mariaca dejó más de mil cuadros de indudable hermosura y quedará como un maestro en la historia de la pintura boliviana: pocos han encarado el color como él porque pocos han entendido la vocación del pintor como él.

miércoles, julio 21, 2010

Zumbido: perspectivas

1. Desde la aparición y la conquista del cine sonoro como condición indispensable de un viaje narrativo y estético decente, se debería extender este imperativo a todo el espectro creativo que implique continuidad. Zumbido parece afirmar esta tendencia como una premisa tanto en su ética como en su estética. La importancia del ambiente sonoro le da una densidad muy singular y contribuye, casi tanto como en el cine, a crear una atmósfera específica.

2. Zumbido se posiciona, como ya dejaba entrever Carreras delictivas, en una tensión fundamental; aquella que yace entre la descripción cuasi etnográfica de la realidad (vista desde el exterior) y el delirio afiebrado de una interioridad desbordante. Es que, lo olvidamos muy fácilmente debido a un error en la traducción, en la palabra surrealismo está, y muy presente, la palabra realismo. Superrealismo sería la acepción correcta del término: una forma de realismo tan enriquecida, lúcida y aguda que sea capaz de parecerse a todo lo contrario. La minuciosa atención al detalle, la tabula rasa axiológica y la ausencia marcada de todo postulado metafísico están lejos de hacer de Zumbido una novela realista en el sentido tradicional del término ya que nada de esto está concebido dentro de lo que conocemos como objetividad (ajena a uno mismo y su percepción), sino, más bien, todo está impregnado de una subjetividad embriagadora. En ese sentido la presente novela reabre el debate sobre lo que es realismo. ¿No es más “realista” una concepción del mundo en la que la intermediación del sujeto impide el acceso a cualquier objetividad que aquella en la que las cosas se dan límpidamente desde un pulcro e incuestionable exterior? ¿Acaso existe un mundo fuera de lo que percibimos e interpretamos de él? Si existe, en todo caso, es inaccesible à tout jamais. Es por eso que, a mi parecer, la posición realista, si confunde realidad con objetividad, es la más alejada de la experiencia real (que es lo que pretende representar).

3. Así como la travesía de este narrador es absurda, así como su comienzo y su fin parecen arbitrarios dentro de una continuidad amorfa de sucesos, así también se puede reconocer un viaje dantesco, una forma escatológica y llena de símbolos que se suceden y concatenan, una estructura, una iniciación heroica. El tono existencialista se entremezcla con una sutil búsqueda de trascendencia que, como en un viaje de salvia divinorum, puede (extra)limitarse a confundir al héroe (y, por ende, al lector) con las ondas concéntricas de agua en una piscina medio turbia, el sabor de una fruta o el zumbido lejano de una fábrica.


4. Como tercer camino entre la noción objetiva de realidad y el idealismo renacentista o neoclásico, la historia de las artes siempre tuvo un tesoro de imágenes que no caben para nada en ninguna de estas dos escuelas: la pesadilla. Como bien notaba Borges, las pesadillas poco tienen que ver con tragedias tangibles, dolores físicos y eventos ominosos que ocurren en la vida diurna (tortura, muerte, guerras, accidentes, hambre, etc.) sino, más bien, maneja símbolos, símbolos desconcertantes que hipertrofian y reflejan como espejos (imago), el miedo primordial de la humanidad, el miedo de todos y de cada uno. Una mujer de ojos negros que se inserta un huevo de pájaro en la vagina, la yema amarillenta recorriendo sus muslos, su sonrisa: he ahí la pesadilla, su terror y su (innegable) belleza. ¿La vida cotidiana se parece más a las pesadillas o a los sueños?

5. Nuevamente JSC nos sumerge en una estética de la incomodidad, de la imperfección universal, de la mediocridad operativa de la realidad, las fisuras de la misma. En eso, también, radica su savia kafkiana.

6. La pelea a muerte contra el perro y Francis Bacon. Esa escena, crucial en el desarrollo, está marcada por el exceso: de ira, de oscuridad (se da en un hueco que parece una silueta humana), de animalidad. El órgano de odio que brota de los dos contrincantes, misteriosamente, los une y, por ende, los transforma en un espectro baconiano donde el movimiento se confunde con el estatismo de la imagen simbólica, completando así y de manera muy original, el arquetipo de la monstruosidad (en medio de la noche oscura), donde, contrariamente a la imagen de San Jorge que aniquila al dragón, tenemos al hombre deviniendo en uno con la bestia. Y es, sin embargo, una anécdota, un hecho de la vida cotidiana, algo que se puede contar cuando respondes a una pregunta como: ¿Cómo te fue hoy?


7. No hay final abierto si el principio y el medio también lo son.

8. La construcción concienzuda de atmósfera y la monotonía (el título lo sugiere) me hicieron pensar en el cine de Cronenberg: por más que, en apariencia, se trate de una ciudad habitada por millones, un país, una cultura, estamos dentro del universo del narrador: un mundo nocturno plagado de sonidos acosadores, una mirada sorprendida y absorta de niño combinada con el spleen adulto de nuestros tiempos. Ese universo, al margen de la ciudad, cultura, etc., tiene leyes temporales, colores, ruidos, y personajes propios y bien delimitados… no hay nada más, nadie más afuera de este hermético planeta que, en algo, se parece a la tierra.

9. Como decía Joao Guimaraes: La mayoría de las veces, basta con contar un día de la vida de una persona para resumir toda esa vida… una noche, unas horas, agregaría yo después de leer Zumbido.

10. Zumbido: aquel sonido lejano y constante que se impone al punto de desaparecer, delimita el mundo; marcando el principio arbitrario y sin sentido de la historia (universal y de la novela), nos invita a un viaje a no sé que profundidades medulares del hombre, lodazales primordiales del símbolo. Un sólo zumbido de principio a fin.

miércoles, julio 14, 2010

Los equipos ideales del Mundial (día 32)

Siguiendo la línea propuesta durante todo el mundial vamos a atiborrarlos con los equipos ideales. Primero vamos a colocar el equipo"A" de la Copa del Mundo con todos lo mejores, pero como esa lista nos sabía a poco no tuvimos opción a colocar el equipo "B" ya que era injusto dejar de lado a muchos jugadores que cual ángeles caídos dejaron su impronta en Sudáfrica, y para no ser incoherentes, pondremos al final el equipo ideal de los últimos dos partidos del mundial para completar las 7 fechas del certamen. Quisiéramos encarecidamente que nos propongas equipos muy distintos al seleccionado y nos critiquen ácidamente nuestras elecciones como nuestras omisiones.

Sobre el mejor jugador del torneo, con lo complicado que es compartir criterios con la FIFA en esta ocasión no tengo objeción a su veredicto de otorgar el Balón de Oro a Diego Forlán. El goleador uruguayo, en un mundial donde las figuras fueron los equipos y no los individuos, fue el futbolista más desequilibrante, sus goles valieron oro, sacó siempre a su equipo de situaciones de alta tensión, casi todos sus tantos fueron de factura espectacular, brindó carisma y fue uno de los goleadores, creo que argumentos suficientes para erigirlo como el mejor. La plata le corresponde al fantástico Andrés Iniesta, que después de un año plagado de lesiones, volvió con todo al mundial y fue el más destacado de España (junto a Villa) con ese talento que derrocha a borbotones, el gol en la final es una inconmensurable guinda de la torta. El bronce y cerrando el podio y creo que yendo un poco a contracorriente elegimos al trasunto de Perter Lorre, Mesut Özil, un jugador que trastorna la idea del "10" alemán como otrora fueron Rummenigge, Matthäus, Hässler o Ballack, tiene un desparpajo, un tacto con el balón y a ratos una displicencia, muy ajena a los cánones teutones, se entiende su ascendencia turca, pero a su vez goza de un porte físico muy germano, y en esa mezcla entre talento y magia, además de esbeltez y potencia se mezcla su gracia, y en el mundial la desplegó pese a que a veces le falta constancia. Müller pudo ser también el tercero, y pese a su grandioso mundial por oportunismo, instinto y gran dadivosidad al juego colectivo preferimos a su compañero. Algunas preguntarán por Sneijder, y la verdad es que difícil pensar en un jugador más sobrevalorado durante el torneo, sin menoscabar sus goles, casi todos preñados de inmensa fortuna, fue el reflejo de Holanda, no le sobró nada, hizo lo suyo y alcanzó hasta que alcanzó.


De los goles nos quedamos en primer lugar con la emboquillada del italiano Quagriarella ante Eslovaquia pese a su inutilidad, como jugada relámpago de contragolpe y el trallazo final elegimos segundo al primer gol del mundial convertido por Tshabalala de Sudáfrica ante México y por último y en homenaje al mejor jugador del mundial un gol de Forlán, y que sea a gusto del lector.

De las esperanzas que aludimos al principio del mundial todas se fueron desvaneciendo con mucha pena y poquísima gloria por distintos motivos, y la única alegría que nos otorgaron fue el gran protagonismo de Fabregas en la finalísima, siendo pieza fundamental del triunfo español y suscribiendo que no podría haber una gesta española sin que el tuviera su parte en el cuento.

Sudáfrica 2010 se nos va alejando, dejándonos "mono" de fútbol, de himnos, de goles, de emociones, de análisis, de gritos, de penas, de alegrías y sobre todo de balompié que contiene y subsume todo lo anterior. "El lar" poco a poco va concluyendo su labor como febril cronista de esta magna fiesta de la humanidad, todavía nos quedarán algunos estertores, pero nunca está de mas agradecerles a ustedes lectores que son los que alimentan y consumen nuestra retorcida vocación de escribir.

martes, julio 13, 2010

Pequeña celebración del campeón España y apuntes sobre el nuevo paradigma futbolero (día 31)

España es campeón del mundo y bien merecido lo tiene. Después de un mes entero de ingentes dosis y dosis de fútbol, Sudáfrica 2010 ha llegado a su fin con una selección española que se lleva justamente la gloria después de una reñidísima final ante una belicosa Holanda que apostó por plantarse bien al medio y golpear muchísimo como método de interceptar los circuitos de fútbol españoles. Iniesta, el pequeño héroe, marcó el gol del triunfo cuando el partido expiraba y los penales parecían una tortura inexorable.

Con este triunfo y por el devenir de todo el mundial, parece que se está implantando un nuevo paradigma futbolero, uno que prima al conjunto sobre la figura individual, uno que premia al que propone y al que ataca y no al que especula y se parapeta atrás, uno que prioriza el pase certero y el buen pie al pelotazo y a la lucha en las pelotas divididas. España en selecciones, el Barça en equipos, lideran la redefinición de los paradigmas y cánones futboleros, y creo que es digno de celebrar que cuatro años después, cuando Italia y su mezquindad triunfaban sumiéndonos en la desesperanza, hoy gana una España, equipo compinche del balón y de su buen trato, donde la individualidad y su talento está al servicio del conjunto y el conjunto al servicio de la individualidad (eso explica porque Messi brilla en el Barcelona y no en Argentina).

Parecen haber vientos de cambio en el fútbol, la época de las estrellas (por ejemplo un México ´86 con Platini, Zico, Rummenigge, Francescoli, Butragueño y como no Maradona) parece difuminarse como cosa del pasado, hoy el peso cae sobre la estructura del equipo y la propuesta de éste, como fue el caso de España, Holanda, Alemania y Uruguay, y el rotundo fracaso de las figuras individuales como Rooney, Ronaldo, Messi o Kaká. Alemania se erigió como uno de los emblemas de la Copa del Mundo llegando con su nombre e historia a cuestas pero sin nombres rutilantes, un equipo sin figuras, que más bien era un puñado de buenos jugadores de fútbol, todos aptos para el toque preciso y el sacrificio, primando el triunfo al brillo individual, en esta coyuntura no se pudo evitar el apreciar a todos los alemanes y entre ellos el fútbol de dotado de Özil, el privilegiado estilo todoterreno de Schweinsteiger o el olfato y versatilidad de Müller, pero ya se atisba un nuevo jugador alemán, que mezcla grandes dotes físicos con una inteligencia sutil para hacer fluir la pelota; ese sentido de jugar bien a través del conjunto explica la paliza soberana que le propiciaron a Argentina, equipo que contrariamente apostó por un fútbol basado en el aislado y eventual talento individual que no funcionó. España por el contrario está plagado de pequeños geniecillos: Xavi, Iniesta, Fabregas, Villa, etc. que todos ostentan una fantástica empatía con la pelota, pero así también lo hace el gigante Piqué que con su corpulencia acaricia la pelota y muestra sobre todo nociones e inteligencia para entender el juego. Uruguay demostró que en un conjunto bien trabajado y aceitado, lleno de obreros que respetan el juego y la pelota, sin abusar jamás del juego brusco, sumado a algún jugador desequilibrante (léase Forlán y Suárez), puede rozar las cimas del fútbol mundial, sin obviar la magnifica influencia de un estratega medido, sagaz y sabio como el “Maestro” Tabarez. Holanda fue de los triunfadores el representante que más optó por el pragmatismo sin una clara vocación de ir adelante, pero dentro de su propia lógica, siempre privilegió lo colectivo sobre lo individual, sin menoscabar el potencial de sus jugadores dotados para marcar diferencias específicas.

Por el desenlace del mundial, que castigo a los rácanos como Francia, Italia, Inglaterra o Brasil y que premió a los equipos con vocación ofensiva y mira puesta en el arco contrario como España, Alemania, Uruguay o Ghana, dentro de este transito que vive el fútbol a un nuevo paradigma, los vientos que se avecinan parecen más benévolos y agradables para los amantes del balompié bien jugado y no meramente resultadista, mientras seguimos esta evolución a seguir festejando a Xavi, Iniesta y el fútbol orquesta de la Selección Española.

domingo, julio 11, 2010

El fútbol según Xavi (día 30)

Poco a poco, el planeta fútbol se ha ido poniendo de acuerdo en lo acontecido a la selección española en este mundial. Es lo que tienen los resultados. Con ellos, llega siempre la verdad de las cosas. Advierto a quien no conozca mi sentido del humor que las frases anteriores rezumaban ironía…

Hoy, en el país de la piel de toro, en ese territorio siempre conocido como las españas, existe el convencimiento unánime de que merecemos la victoria por encima de todas las cosas. Para variar, el que escribe está en desacuerdo.

Para mí, el fútbol es un deporte. Un deporte que amo, pero que no va más allá de esa dimensión. El lunes, este país y sus socios de europeos seguirán en crisis, por mucha copa del mundo que podamos levantar ante la mirada expectante de millones de seres humanos. Aunque pluralice, tengo más que claro que los triunfos son únicamente atribuibles a quienes los obtienen. Para los espectadores está reservado el espacio del disfrute, la admiración y juicio crítico. Hay distancias que no conviene recortar si no se quiere perder la perspectiva.

Y es en este terreno en el que quiero enmarcar mis opiniones, cuyo aval es la visión de algún mil que otro de onces contra once. Para este que les habla el fútbol es algo más que datos estadísticos o sensaciones pre y post partido. Soy de aquellos que se recrean en detalles nimios e inapresinbles, de los que paladean esbozos y bosquejos de lo que pudo ser, de los que no soportan a aquellos que saltan al terreno de juego sin tomárselo en serio. Son tantas cosas las que me emocionan de este deporte, de este juego, que me rejode ver como el manoseo mercantilista trata de convertirlo en desayuno, comida y cena de todos los mortales. El fútbol no puede ser un producto de primera necesidad preñado de impuestos de lujo. El fútbol es un mero espectáculo que gracias a la cabeza y a los pies de algunos puede resultar maravilloso.

Soy de los que opinan que en este mundial no se ha visto un gran fútbol. No es cosa de ahora ni tampoco nueva, pero es necesario decirlo. Últimamente hay demasiados equipos entrenados por señores que contraponen los conceptos de victoria y buen juego, y someten a sus jugadores profesionales a la humillación de tener que maltratar ese objeto que tan cuantiosos ingresos les proporciona. Salvo honrosas excepciones por todos conocidas y que se hace necesario nombrar: Wenger, Rijkaard, Bielsa, Guardiola… (Cabría citar algunos más, pero estos son los exponentes que seguro concitan mayor unanimidad).

La selección española, por mucho que algunos se empeñen en opacar la influencia de los jugadores provenientes de la Masía (lugar donde se entrenan los canteranos del Barcelona), no es más que el fiel epígono del juego que se desarrolla en el Camp Nou por los locales. Es en su estilo de juego en donde se engarza la calidad de las estrellas provenientes de otros equipos importantes, pero muy diferentes. Nadie puede decir que este equipo recuerda al Real Madrid, al Valencia, al Liverpool o al Athletic de Bilbao. Este equipo recuerda al Barcelona aunque esto a algunos les duela en su más puro sentimiento nacional.

Desde que comenzó el mundial, se abrieron diferentes frentes de debate. De discusión encarnizada. Es lo que provocan las derrotas en las miradas resultadistas. Del mismo modo que muchos se frotaron las manos el día en que Mourinho consiguió tejer la tela de araña con la que enredar en el partido de ida de las semifinales de Champions, otros suspiramos por el acierto de Guardiola para encontrar soluciones en el partido de vuelta. No fue suficiente para entonces, pero tal vez le baste a Del Bosque para ganar un mundial. Quien más quien menos ha querido aplicar la receta interista a la selección de la camiseta roja y pantalón azul. Se podría decir que todos acertaron mientras les duraron las fuerzas. Mientras no encajaron un gol. Pero más allá de esta simpleza cuasi tautológica, en esta ocasión, el equipo dirigido por Xavi Hernández ha conseguido superar el primer traspiés e imponer su juego con sufridas victorias. El hecho de haber ganado por la mínima a todos sus rivales, pretende ser el argumento de aquellos que tratan de deslegitimar esta apuesta futbolística, o de aquellos que dicen no haberla presenciado.

España ha abusado de sus rivales hasta un punto que yo no había presenciado nunca. Esta selección ha alcanzado cotas de posesión de pelota brutales, y casi siempre en campo rival. Ha elaborado hasta el infinito con paciencia digna del mismo Job. Ha buscado el hueco posible y el imposible ante defensas de 9 hombres pertrechadas en dos líneas muy juntas que basculaban sin cesar mientras les duró el resuello. Rivales persiguiendo la pelota por todo el campo con escaso éxito y tras conseguirla a fin, buscar ese contraataque que les diera un respiro y quién sabe si ese gol que diera solidez para mantener la fe en tal apuesta. Se puede decir que tal o cual jugador del banquillo podrían haber tenido la llave que abriera las puertas de ese Hades que era la defensa rival. La llave con la que llegar al Valhalla. Lo cierto es que todos y cada uno de los jugadores que han compuesto los diversos onces alineados por Del Bosque, han dado lo mejor de sí mismos sin perder jamás la compostura exigida por la forma de entender el juego. Han tirado desmarques inverosímiles de apenas centímetros, han disparado a puerta por resquicios mínimos, han dado pases de precisión milimétrica en corto y en largo, han dominado a un balón fruto de la unión de Adidas con el demonio de Tasmania. En definitiva, han hecho todo lo que tenían que hacer y que sabían hacer. Sin el permiso del rival. Porque hay que decir que los rivales de España pueden estar orgullosos de sus defensas numantinas. Mi más sincera enhorabuena. Eso sí, por el bien de las mentes que no ven más allá de la victoria, les aconsejo que jueguen a otra cosa. Hoy al fútbol se gana jugando como dice Xavi. Aunque Holanda lo impida…

sábado, julio 10, 2010

España - Holanda: Previa de una final inédita (día 29)

España y Holanda cierran con una final inédita la Copa del Mundo de Sudáfrica 2010. Se enfrentan el equipo más práctico y efectivo del mundial, Holanda, con seis triunfos sobre seis y doce goles anotados (2 por partido de promedio) y España, el conjunto más dominante del mundial, no por su efectividad (lleva únicamente siete goles convertidos en seis partidos), sino por su abrumador dominio del campo y del balón, creando una poderosa hegemonía en la cancha. Este enfrentamiento tan contrastado emociona y promete un lindo cierre a un mundial que empezó con amagos de derribar a Italia ´90 como el peor mundial de los últimos tiempos y resulta haber sido uno de los mejores mundiales de las últimas décadas, si bien sin figuras despampanantes, si plagado de buenos vaticinios para el fútbol venidero. En el lar en concordancia con todo el seguimiento que hemos realizado de la Copa del Mundo vamos a hacer una previa con las claves, en facetas individuales, sobre el partido que mañana nos entregará un campeón mundial nunca visto.

España

Casillas: Iker es siempre esencial, durante el mundial lo han criticado mucho por no estar en su mejor nivel, pero cuando le toco intervenir in extremis lo hizo brillantemente, ya sea contra Paraguay o contra Alemania (cabe mencionar que su valla solo ha sido batida dos veces y ninguna desde 8vos. de final). Como todo arquero de equipo dominante, no tiene que intervenir mucho, pero se le exige una buena respuesta cada vez que le llegan a puerta, el domingo su tarea se enmarcará en esa tendencia.

Puyol: Ya hemos aludido repetidas veces la raza de éste gladiador. En los partidos donde se tiene que poner toda la carne al asador, Carles siempre se muestra a la altura, su coraje y su contagio serán vitales para una escuadra que privilegia la calidad a la vitalidad, en esa coyuntura se hace trascendental el actuar del melenudo defensa (que no estará sólo en la tarea sino excelentemente respaldado por su lugarteniente Piqué).

Xavi H.: El director de la orquesta española, que poco a poco ha ido teniendo más protagonismo mientras el mundial ha avanzado, léase que ha tenido más contacto con la bola. Es el metrónomo de la propuesta futbolística de España que mucho le debe a la del Barça, y serán los compases que él marque como las puñaladas que envía para los delanteros las grandes bazas que España ofrece para su candidatura al campeonato (no hay que olvidar a Iniesta, que si bien Xavi hace de cerebro, Andrés es el que rompe los esquemas con su cambio de ritmo y gambeta, dos jugadores espectaculares).

Villa: El hombre que con su olfato, instinto depredador, hambre y calidad ha llevado a España hasta donde está, porque por mucha posesión y jogo bonito que uno ostente, sin goles no hay festejo, y dentro de lo poco efectivo que ha estado la roja para marcar, el “guaje” ha sido despiadado, marcando más del el 70% de los goles ibéricos. Seguro que para el éxito español le debe quedar en el revolver un cartucho guardado en la recámara.

Del Bosque (el entrenador): El testarudo y poco lúcido entrenador de España, ha comprobado durante el andar del torneo que cuando mueve el banquillo e innova un poco, como el ingreso desde el vamos de Pedro ante Alemania, las cosas mejoran y ocurren con mayor celeridad para los suyos. Ojalá se muestre atrevido y atento en exceso sobre todo si el partido sufre algún imprevisto no planificado por la roja, ya que adelante habrá un equipo que si bien no avasalla, tampoco anda nada cojo de talento individual y de estructura colectiva.

Holanda

Van Bommel: Uno de los pocos jugadores que se ha mostrado con tendencias sucias y desleales en el mundial, tendrá la labor clave junto a De Jong, de tratar de interrumpir los perfectos circuitos de juego españoles. Los volantes alemanes se vieron muy pasivos y poco agresivos ante el juego de los ibéricos, seguramente Van Bommel hará sentir su poco sutil marca en busca de ese balón para que su pertenencia no sea exclusividad de España. Para el éxito holandés mitigar las conexiones españolas por el medio va ser crucial.

Robben: Quizás después de Messi, el jugador más desequilibrante del mundo en lo individual, viene en crecida, y si bien no es constante en sus apariciones, si es peligrosísimo cuando la pelota le ronda. Su gambeta, su velocidad, su astucia y su remate, serán la pesadilla de Capdevilla que será el encargado de tomarlo (otra ventaja del contrapeso que provoca Robben, es que Kuyt más ignorado pueda actuar con mucha más libertad lo que lo hace a su vez una amenaza nada desdeñable). Holanda confía que Robben tenga su día para hacer factible el vulnerar a Casillas.

Sneijder: El talismán holandés durante el torneo, creo que es el jugador más sobrevalorado del mundial, gran parte de sus intervenciones decisivas han sido guiadas más por la fortuna que por el mérito individual, lo indiscutible es que siempre ha estado ahí para hacer que la balanza se incline para los suyos. Como eje del equipo no tiene demasiado contacto con el balón, ni lo hace circular demasiado, su faceta ha sido más de cara al gol y quizás ante España necesite un poco la colaboración de Van Persie quien debería haber sido el encargado de la labor mencionada; pero también Sneijder deberá tener más contacto y cuidado con el balón y procurar de emular a Xavi para que la posesión de pelota no esté tan desnivelada para España.

Van Marwijk (el entrenador): Es el hombre que ha llevado a Holanda a una final del mundial 32 años después, sin la brillantez de antaño, sin que a su equipo le sobre nada, pero están ahí y sin haber dejado un solo punto en el camino. Para poder derrotar a España deberá confiar mucho en su talento individual de tres cuartos de cancha en adelante, pero además no podrá depender del pragmatismo eficaz que tan buen rédito le ha dado en las fases previas, ya que España hace de adueñarse de la pelota un estilo de vida, y si Holanda lo deja terminará pagando los platos rotos. El estratega holandés necesitará una participación mucho más activa de todos sus futbolistas para la recuperación y tenencia del balón y no sólo el aguardar momento clave para clavar la estaca, esto último no creo que sea suficiente para vencer a España.

viernes, julio 09, 2010

Chascarrillo de humor, Camacho grita un gol de España (día 28)

Camacho es el paradigma del hombre de a pié, el español de cepa, que siempre ha enarbolado su patriotismo español como pocos, además siempre le ha puesto el ingrediente de humor a las conversaciones mundialistas, sino cabe evocar sus camisas con sobacos empapados 8 años atrás en Japón-Corea cuando dirigía a la selección española, lo cual provocó el neologismo "camachitos" a las manchas oscuras en las axilas. Hoy su emoción desmesurada y su amor patrio traslucen en el grito de gol de Villa ante Paraguay. Ni el comisario Torrente lo hubiera gritado igual. Una joya, pasen y disfrútenlo.

jueves, julio 08, 2010

Equipo ideal de las semifinales (día 27)

Dos partidos nos separan de la finalización de la Copa del Mundo, y empieza a sobrevenir la nostalgia; pero nos quedan dos tareas, observar quien se coronará como campeón y realizar una evaluación de los 31 días de maratón futbolera que nos ha otorgado Sudáfrica 2010, que de momento nos deja un sabor de boca bastante dulzón, esperemos que esa sensación sea incluso mejor cuando el domingo haya sonado el pitido final.

Presentamos aquí el equipo ideal de las dos semifinales, donde se empiezan a perfilar muchos de los que estarán el el equipo ideal de la Copa del Mundo, queda el partido más importante de todos y seguro que nos otorgará muchas certidumbres y alguna novedad al cabo de hacer nuestra evaluación final. Durante estos dos partidos el mejor gol se lo lleva el lateral izquierdo holandés Gio Van Bronckhorst, por el trallazo al ángulo con el que abrió el marcado de la primera semifinal, una mención más que honorable se lo lleva el empate transitorio de Uruguay, con otro golazo de Forlán, ésta vez de zurda, con un disparo de media distancia que imposibilitó la tapada del arquero dada la potencia y ese venenoso efecto que sólo sabe darle el blondo charrúa al balón.

El mejor jugador de la fecha por lo ofrecido por ambos encuentros debe salir del tenso duelo entre España y Alemania, y dado que los vencedores fueron los de la escuadra ibérica, decidimos otorgar la figura de la fecha a Carles Puyol, por su impecable actuación defensiva y por su inconmensurable cabezazo que terminó en las redes otorgando el triunfo a los suyos; muchos argumentarán que Xavi Hernández, fue el mejor, seguro que jugó un partidazo y es el director de orquesta de un equipo español que tiene un respeto impresionante por la pelota, por su posesión y por entregarla al pie, pero por todo lo expuesto en el post anterior Puyol es el hombre de la fecha.

Mientras aguardamos impacientes a que llegue la final, estaremos elucubrando y perfilando el equipo ideal del torneo y decantarnos por quien fue el mejor jugador y cual el mejor gol de toda la competencia.

miércoles, julio 07, 2010

El enorme privilegio de tener a Puyol (día 26)

Hay ciertos jugadores que tienen una raza especial, no tienen por que ser los mejores del equipo, pero si le otorgan a la escuadra que integran un plus, una suerte de liderazgo, un algo más que no te ofrece ningún otro jugador de la plantilla. No se destacan especialmente por su brillantez con el balón, sino por su injerencia positiva y anímica en el rendimiento del equipo. Durante las décadas ese tipo de jugadores se han paseado por la canchas, nunca en exceso, ya que son especiales y por ende escasos, uno de ellos fue Obdulio Varela, gigante caudillo del milagroso “Maracanazo” uruguayo, otro en versión argentina fue el Ratin boquense, sin olvidar al brillante Franco Baresi en Italia y el AC Milán. En ejemplos más contemporáneos cabe recordar a Fernando Hierro, del Real Madrid, equipo que sentía tanto la ausencia de su capitán haciéndosele casi imposible la victoria ante esa coyuntura, o el irlandés Roy Keane, despiadado y malintencionado mediocentro del Manchester Utd., pero pieza esencial de engranaje de los “red devils” a raíz de su temperamento y vocación ganadora.

El problema de enumerar es la cantidad de ejemplos que injustamente dejas en el camino, pero hoy del que cabe hablar y que ejemplifica perfectamente ese tipo de jugador más conocido como el “caudillo” es el defensa español del FC Barcelona, llamado Carles Puyol, un marcador central de poca estatura para el puesto, pero con un corazón gigante y un sacrificio desmesurado siempre en beneficio del conjunto.

En la semifinal de la Copa del Mundo, a Carles le ha tocado ser el héroe, el hombre que vulnere a los alemanes por donde parecen invulnerables, por arriba, de cabeza, llegando desde atrás y golpeando brutalmente la pelota anticipándose y ganándole a su mismo compañero, el inmenso Gerard Piqué (quien tiene el privilegio de ser compañero de zaga de Puyol en club y selección, y quien tiene toda la raza para ser su reemplazante en el mando de ambos), y marcando quizás el gol más importante del fútbol español.

Pero a Puyol no hay que celebrarlo sólo por ese hito, sino por todo lo que viene haciendo año tras año, partido tras partido, y eso si, el gol ante Alemania, es un premio, un autohomenaje que él se hace a si mismo y como siempre a sus compañeros y al equipo. Cuantos partidos cerrados, de dientes apretados, no goleadas y triunfos claros, del Barça y de España uno recuerda en la que Puyol tuvo actuaciones sobresalientes y se erigió como una de las figuras de la cancha, recuerdo que muchísimos, y es que éste león se agranda cuando el partido demanda el cuchillo en la boca y es que en esas circunstancias Carles se vuelve más gigante de lo que su tamaño atreve a entrever. España que está en los albores de lo que puede ser su hora más gloriosa en fútbol, le toca hoy enaltecer sobre todo, no el deslumbrante toque, estilo y talento de sus pequeños, sino la grandeza y raza de su gigante caudillo llamado Carles Puyol.

martes, julio 06, 2010

Uruguay, y su pundonor, Holanda, y la ley del mínimo esfuerzo (día 25)

Un Uruguay muy disminuido (3 de sus 4 mejores jugadores en el mundial no pudieron estar presentes ante Holanda –Suárez, Lugano y Fucile–) dignificó la derrota ante una Holanda que vuelve a la instancia final de la Copa del Mundo 32 años después.

El partido tuvo un trámite parejo, empezó con un ligero dominio de Holanda que tuvo el gran premio del golazo de Van Bronckhorst desde 35 metros clavándola en la escuadra, impresionante. Uruguay fue ganando metros en el campo, y en una jugada aislada una gambeta de Forlán le abrió un campo para rematar y saco un zurdazo espectacular con un efecto que hizo inservibles los esfuerzos de Stekelenburg. Eso provocó que se fueran al entretiempo igualados y como si nada hubiese pasado.

En el segundo tiempo Holanda demostró su teórica ambición al hacer ingresar a Van der Vart por De Zeeuw, pero fue Uruguay el equipo que demostró que tenía más deseos de triunfo en el campo de juego. Mucha presión en el campo contrario, y buenas actuaciones de los mediocampistas charrúas y sobre todo de Cavani y Álvaro Pereira, hicieron que Uruguay se insinuara con peligro. Un tiro libre de Forlán fue la situación más importante de los celestes; pero Holanda es un equipo muy traicionero, clava las dagas cuando uno menos lo espera, además parece demostrar que siempre realiza lo mínimo indispensable para superar al rival de turno. Un gol un poco confuso de Sneijder con un posible fuera de juego de Van Persie los puso al frente y desde ahí se apoderaron del encuentro, exceptuando el tiempo adicional después del descuento de Maxi Pereira, cuando Uruguay buscó la patriada que finalmente no llegó.

Pese al resultado y a la cantidad de bajas tan difíciles de cubrir, las sensaciones que deja la participación uruguaya, es un enorme orgullo por lo dejado en la cancha y que ese pundonor se plasmará todavía el sábado en el partido por 3er. Y 4to. puesto, donde seguramente los dirigidos por el “Maestro” Tabárez lo dejarán todo, coronando esta brillante Copa del Mundo que están haciendo con un Forlán inmenso, que demuestra partido a partido que es uno de los mejores jugadores del mundo y sin duda una de las estrellas que iluminaron este mundial. Sobre el “Maestro” decir que dio una lección de saber estar, de fútbol y de emoción desde esas palabras y ojos mesurados que en muchos momentos estuvieron a punto de desbordarse de emoción por la inolvidable montaña rusa que vivió Uruguay en Sudáfrica.

Holanda por su parte, pese a tener jugadores excelentes, sobre todo adelante, parece siempre un equipo parco, sin brillo, que evita desgastarse y se conforma con superar a sus rivales realizando el menor esfuerzo posible, pese al gran talento que a priori ostentan los Países Bajos. Hoy volvieron a dar esa sensación, ya que si de justicia habláramos, el empate hoy hubiese sido lo adecuado. Hasta el día de hoy los naranjas han ganado todos sus partidos siguiendo ese molde, además de estar acompañados por la fortuna, ya que por dar un ejemplo 3 de los 5 goles de Sneijder (Japón, Brasil y Uruguay) tuvieron algún tipo de carambola rara o extraña fortuna. Veremos si en la final se aferran a esta opción de racionar esfuerzos, contrapuesta a la exhuberancia ofensiva que presentaba el equipo de los 70s o el de Van Basten y Gullit, y si esta sirve ante Alemania o España, que ostentan igual o más talento en sus filas. Sea lo que sea el veredicto está muy próximo.

lunes, julio 05, 2010

Pier Paolo Pasolini: Lo prosístico y lo poético en el lenguaje del fútbol (día 24)

Pese a que en estos lares no somos muy propensos a colocar textos ajenos esta joya, del cineasta, poeta, comunista, anticlerical, homosexual, polemista y (ignotamente para los conformes disconformes) futbolero Pier Paolo Pasolini, es de imperioso posteo en el blog. Llegamos a este ensayo gracias a Juan Sebastían Cárdenas que tuvo acceso a él gracias a Luciana Cadahía y ella lo había sondeado de su publicación en el diario bonaerense Página 12. Disfrutémoslo en medio de la vorágine futbolera que tan mareados nos tiene.

Por Pier Paolo Pasolini *

El fútbol es un sistema de signos, o sea un lenguaje. Tiene todas las características fundamentales del lenguaje por excelencia, el que nosotros nos planteamos en seguida como término de confrontación, o sea el lenguaje escrito-hablado. De hecho, las “palabras” del lenguaje del fútbol se forman exactamente igual que las palabras del lenguaje escrito-hablado. Ahora bien, ¿cómo se forman estas últimas? Se forman a través de la llamada “doble articulación”, o sea a través de las infinitas combinaciones de los fonemas que son, en italiano, las veintiún letras del alfabeto. Los fonemas, por tanto, son las “unidades mínimas” de la lengua escrito-hablada. ¿Queremos divertirnos definiendo la unidad mínima de la lengua del fútbol? Veamos: “Un hombre que usa los pies para patear un balón” es esa unidad mínima: ese “podema” (si queremos seguir divirtiéndonos). Las infinitas posibilidades de combinación de los “podemas” forman las “palabras futbolísticas”, y el conjunto de las “palabras futbolísticas” forma un discurso, regulado por auténticas normas sintácticas. Los “podemas” son veintidós (casi igual que los fonemas), las “palabras futbolísticas” son potencialmente infinitas, porque infinitas son las posibilidades de combinación de los “podemas” (en la práctica, los pases de balón entre jugador y jugador); la sintaxis se expresa en el “partido”, que es un auténtico discurso dramático.

Los cifradores de este lenguaje son los jugadores, nosotros, en las gradas, somos los descifradores: así pues, poseemos en común un código. Quien no conoce el código del fútbol no entiende el significado de sus palabras (los pases) ni el sentido de su discurso (un conjunto de pases). No soy ni Roland Barthes ni Greimas, pero como aficionado, si quisiera, podría escribir un ensayo mucho más convincente que esta mención, sobre la “lengua del fútbol”. Pienso, además, que se podría escribir también un bonito ensayo titulado “Vladimir Propp aplicado al fútbol”, porque, naturalmente, como toda lengua, el fútbol tiene su momento puramente “instrumental”, rigurosa y abstractamente regulado por el código, y su momento “expresivo”.

En efecto, antes he dicho que toda lengua se articula en varias sublenguas, cada una de las cuales posee un subcódigo. Pues bien, en la lengua del fútbol se pueden hacer también distinciones de este tipo: también el fútbol posee unos subcódigos, desde el momento en que, de ser puramente instrumental, pasa a convertirse en expresivo. Puede haber un fútbol como lenguaje fundamentalmente prosístico y un fútbol como lenguaje fundamentalmente poético. Para explicarme, pondré –anticipando las conclusiones– algunos ejemplos: Bulgarelli juega un fútbol en prosa: él es un “prosista realista”. Riva juega un fútbol en poesía: él es un “poeta realista”. Corso juega un fútbol en poesía, pero no es un “poeta realista”: es un poeta un poco maldito, extravagante. Rivera juega un fútbol en prosa, pero la suya es una prosa poética, de Elzevir. También Mazzola es un “elzeviriano”, que podría escribir en el Corriere della Sera, pero es más poeta que Rivera: de vez en cuando él interrumpe la prosa e inventa en seguida dos versos fulgurantes. (N. de la R.: se trata desde luego de jugadores italianos de la época; es factible el ejercicio de proponer nombres actuales para cada una de las categorías propuestas por Pasolini.)

Quiero aclarar que entre la prosa y la poesía no hacemos distinción de valor; la mía es una distinción puramente técnica. Sin embargo, entendámonos: la literatura italiana, sobre todo la reciente, es la literatura de los Elzevir: ellos son elegantes y extremadamente estetizantes, su fondo es casi siempre conservador y un poco provinciano... en fin, democristiano. Entre todos los lenguajes que se hablan en un país, incluso los más jergales y difíciles, hay un terreno común que es la cultura de ese país: su actualidad histórica. Así, precisamente por razones de cultura y de historia, el fútbol de algunos pueblos es fundamentalmente en prosa; prosa realista o prosa estetizante (este último es el caso de Italia), mientras que el fútbol de otros pueblos es fundamentalmente en poesía.

En el fútbol hay momentos que son exclusivamente poéticos: se trata de los momentos del gol. Cada gol es siempre una invención, es siempre una perturbación del código: todo gol es ineluctabilidad, fulguración, estupor, irreversibilidad. Precisamente como la palabra poética. El máximo goleador de un campeonato es siempre el mejor poeta del año. En este momento lo es Savoldi. El fútbol que expresa más goles es el fútbol más poético. También la gambeta es de por sí poética (aunque no siempre como la acción del gol). De hecho, el sueño de todo jugador (compartido por todo espectador) es salir del centro del campo, gambetear a todos y marcar. Si, dentro de los límites permitidos, se puede imaginar en el fútbol una cosa sublime, es precisamente ésta. Pero no sucede jamás. (N. de la R.: el autor escribe 15 años antes del gol de Maradona a los ingleses en el Mundial de 1986.) Es un sueño que he visto realizado sólo en I due maghi del pallone (Los dos magos del balón), la película de Franco Franchi que, aunque sea a nivel rústico, ha conseguido ser perfectamente onírica.

¿Quiénes son los mejores gambeteadores del mundo y los mejores goleadores? Los brasileños. Por lo tanto, su fútbol es un fútbol de poesía: de hecho, en él todo está basado en la gambeta y en el gol. El “catenaccio” (encadenado) y la triangulación es un fútbol de prosa: en efecto, está basado en la sintaxis, o sea en el juego colectivo y organizado: es decir, en la ejecución razonada del código. Su único momento poético es el contraataque, con el gol añadido (que, como hemos visto, no puede más que ser poético). En definitiva, el momento poético del fútbol parece ser (como siempre) el momento individualista (gambeta y gol; o pase inspirado). El fútbol en prosa es el del llamado sistema (el fútbol europeo). Su esquema es el siguiente:

El gol, en este esquema, está encomendado a la definición, a ser posible de un “poeta realista” como Riva, pero debe derivar de una organización de juego colectivo, basado en una serie de pases geométricos ejecutados según las reglas del código (se trata de una perfección un poco estetizante y no realista, como en los centrocampistas ingleses o alemanes).

El fútbol en poesía es el del fútbol latinoamericano. Su esquema es el siguiente:

Esquema que para ser realizado debe requerir una capacidad monstruosa de gambetear (cosa que en Europa es repudiada en nombre de la “prosa colectiva”) y el gol puede ser inventado por cualquiera y desde cualquier posición. Si gambeta y gol son los momentos individualistas-poéticos del fútbol, es por eso que el fútbol brasileño es un fútbol de poesía. Sin hacer distinción de valor, sino en sentido puramente técnico, en México la prosa estetizante italiana ha sido vencida por la poesía brasileña.

* Artículo publicado en Il Giorno el 3 de enero de 1971. El año anterior, en la final de la IX Copa Mundial de Fútbol, en México, Brasil había vencido a Italia por 4 a 1. El texto fue incluido en Saggi sulla letteratura e sull’arte (Ensayos sobre la literatura y el arte), publicado en 1999 (ed. Mondadori).

domingo, julio 04, 2010

El equipo de 4tos. de final (día 23)

Ya tenemos a los cuatro finalistas de la Copa del Mundo a raíz de cuatro encuentros vibrantes que tuvieron momentos dramáticos y seguro que a muchos hinchas al borde del colapso cardiaco; sólo mencionar el final del alargue entre Uruguay y Ghana, o los tres minutos trepidantes de los tres penales (dos cobrados, dos atajados y uno omitido) entre España y Paraguay. Uruguay logró a lo heroico un pase a semis 40 años después, España con lo mínimo alcanzó luego de 60 años estar entre los 4 mejores, Alemania de manera espléndida se revalido como la selección más sólida del mundo y Holanda en un segundo tiempo para recordar, borró al candidato de candidatos, el scratch, Brasil. Cómo no, hubo performances memorables en esos dos intensísimos días de fútbol, y arriba como ya es habitual colocamos los 23 mejores de la fecha puesto por puesto.

El mejor jugador de 4tos. de final tenía dos candidatos, uno era el uruguayo Diego Forlán, quien sacó a su equipo de la desventaja, impulsó a los suyos en todo momento y tuvo aire para crear dos o tres situaciones de gol más que hubiesen podido definir el partido antes de los penales; se cargó el equipo al hombro y fue líder y referente de un Uruguay que vive días de gloria. El otro candidato es Bastian Schwensteiger, quien habló mucho antes del partido, pero ya en el campo deslumbró con una actuación formidable comiéndose la cancha con su despliegue, asistiendo a sus compañeros con seguridad y presteza, driblando como no se le conocía y siendo el motor de una avasalladora performance de su selección; con 26 años se gradúo como el kaisercillo de esta Alemania que siguiendo este tren puede convertirse en uno de los campeones más espectaculares de la historia. De los dos nos quedamos con Schwensteiger por su monumental actuación en una monumental victoria nada menos que ante Argentina.

También tuvimos goles de gran factura, pero otra vez nos queda decidir entre el último gol Alemán con una jugada que parte de Schwensteiger con gran velocidad y da un pase a Özil quien centra de manera magistral a Klose para que este defina sólo ante Romero, y como opción segunda, el tiro libre de Forlán que si bien no tuvo la mejor reacción del portero ghanés Kingson, tuvo una comba espectacular que engaño al guardapalos y se erigió como el crucial empate charrúa. Por la importancia en el marcador, y por ser ecuánimes, el mejor gol de la fecha va para Diego Forlán, emblema de los sueños uruguayos y mucho más héroe que Muslera y Abreú, los más lisonjeados por la prensa.

Ya quedan sólo cuatro partidos, y hay muchos jugadores que han demostrado grandes cosas en la Copa del Mundo, uno de ellos es Asamoah Gyan, quien quedó como el ogro que erró el penal el minuto 121 ante Uruguay, más allá de eso su desempeño fue excelente durante todo el torneo como el de su compatriota Kevin Prince Boateng; Alcaraz, Morel y Villar también dejan el mundial después de mucho sudor y mucha jerarquía demostrada durante tres semanas de competencia; de Sudáfrica ya se fueron Rooney, Ronaldo y ahora les toca marchar a Messi y Kaka, ya decíamos que Messi en 8vos. de final era la primera vez que faltaba al mejor equipo, hoy vuelve a ausentarse ya que lamentablemente su actuación en la cancha fue de mayor a menor, completando su peor partido ante Alemania; Kaka por su parte, otorgó fútbol a cuentagotas durante el mundial, muy poco para un crack que tenía que ser la manija de un Brasil campeón del mundo, además el 10 verdeamarelho ya suma su segundo fracaso en copas del mundo. Villa sigue jugando a héroe de una roja que pide más socios para el asturiano y los tres volantes/delanteros holandeses Kuyt, Sneijder y Robben van cogiendo vuelo para procurar lograr lo que la naranja mecánica de los 70s nunca alcanzó. Los jugadores teutones siguen ganando puntos, Özil, Müller, Podolski, Khedira, Friedrich, Schwensteiger, Lahm, Neuer y el despiadado Klose, todos ellos están en un nivel altísimo y por tradición y nivel mostrado, son el candidato a vencer. Veremos en una semana si el candidato a priori, España, Holanda en su subidón o Uruguay en su vena milagrera pueden vencer a los germanos y se erigen como el mejor del mundo.

sábado, julio 03, 2010

La aplanadora teutona, la dolorosa ausencia de Zanetti, la nociva terquedad de Del Bosque y la hombría paraguaya (día 22)

Argentina - Alemania

Alemania propinó a Argentina un severo correctivo que puede ser interpelado en términos de dominio, pero jamás de eficacia y de knowhow. Con cuatro triunfos sobre cuatro la albiceleste ilusionaba, tenía una delantera con exhuberancia de talento y un hombre en la banca como Maradona con un enorme aura triunfal; hoy no apareció ninguna de esas bazas argentinas, y no creo que haya un error flagrante para achacarle a Maradona en el partido de 4tos de final, el daño que le hizo Maradona a su selección no fue como director técnico, sino como seleccionador, ya que dejó en sus casas a Cambiasso y sobre todo a Zanetti. Ya habíamos dicho aquí antes de que de que ocurra esta debacle, que Zanetti debía ser titular indiscutible, y esta terrible omisión terminó costando demasiado caro, y es redundante pero es el segundo mundial que Argentina paga ante el mismo rival la negligencia de prescindir de Zanetti (sólo cabe recordar el gol de Klose cuatro años atrás con una jugada de centro elaborada por los furtivos Balack y Lahm ante la impávida y desorientada mirada de Coloccini, el improvisado lateral derecho de aquel entonces), ya que Nicolás Otamendi, un marcado central convertido en lateral, no pudo hacer la labor que se le asignó, y he ahí las paradojas del fútbol como menciona mi amigo Murillo, y es que se coloca un central en posición de lateral para permutar solidez defensiva a cambio de perder proyección (que Otamendi demostró con creces que no tiene ninguna) y resulta que a los 3 minutos de juego Alemania está al frente con un gol de cabeza convertido por el hombre (Müeller) que le toca marcar al suscrito “lateral” derecho. Hubiera sido Jonas, Clemente u Otamendi como fue, el daño ya estaba hecho y lamentablemente fue irreversible y definitivo.

El dominio del encuentro podría decirse que se dividió en partes iguales, pero en la misma cantidad de tiempo Argentina creo cuatro situaciones de gol sin peligro inminente y los germanos por su parte convirtieron cuatro tantos, menuda diferencia de efectivizar tu fútbol.

Una vez que se pone al frente Alemania se hace un equipo intratable ya que maneja muy bien su labor defensiva (por ejemplo Messi naufragó ante el planteamiento defensivo que opusieron ante él sin incurrir en faltas) y sale en letales contragolpes. Alemania juega en papeles un 4-2-4, que cuando ataca se convierte en un 2-4-4 y cuando defiende un habitual 4-4-2, una gran versatilidad con dos ejes de juego que son Khedira y el impresionante Schwensteiger, que hoy se comió el campo de juego, dos laterales que pasan al ataque como Lahm y Boateng, y dos extremos, Podolski y Müeller, que pasan de ser mortales atacantes, a sólidos volantes defensivos por sus puntas. La orquesta de Löw funciona a la perfección y si a eso le sumas el talento de Özil y la extraordinaria imantación para el gol que tiene Klose (quien con un gol más pasará a su compatriota Gerd Müller e igualará a Ronaldo, como el máximo artillero de la historia de los mundiales) hace a este equipo el mayor candidato a campeonar, porque además no hemos dicho nada de la estirpe y mentalidad teutona, forjada desde infantes inculcándoles ese estigma de triunfadores. Cuatro goles a Inglaterra y cuatro goles a Argentina son pergaminos y aval suficiente para un equipo que selló ante los dirigidos por Maradona una actuación memorable.

Paraguay - España

España y el talento de sus jugadores siguen remando en contra de la corriente, y el nombre de la corriente se llama en mayúsculas Vicente Del Bosque, el contumaz personaje que no cesa en defender a ultranza su doble pivote (Busquets y Alonso), alejando a Xavi de la pelota, confinando a Villa a la banda y postergando a Fabregas al banco. Del Bosque recibió un equipo hecho, conformado, maduro, explosivo, ganador y exquisito, él parece empeñado en entorpecer a como de lugar el andamiaje de esa sinfónica confeccionada por Aragonés. El equipo deambula en una improductiva e inofensiva tenencia del balón, que por lo general le pertenece a sus centrales o su dos pivotes, muy pocas veces a Xavi, Iniesta y Villa. El equipo está tan confundido que ofrece el lanzamiento del penal a Alonso debido a que Villa erró uno anteriormente, Villa es hoy el iluminado y el goleador del equipo y se le cede el tiro fatídico al jugador en menos forma de la cancha. Cosas de Del Bosque. Es tan difícil entender que si el equipo no fabrica una sola situación de gol en todo el primer tiempo algo hay que cambiar, Del Bosque seguro que no. Por suerte ya con Fabregas y Pedro en el campo, éste último como tocado por la barita que es chutó al palo después de una fantástica jugada de Iniesta, y el rebote lo recogió “el guaje” Villa, que es el elegido ibérico de éste mundial. España pasó por un pequeño filón de jerarquía individual que lo viene salvando durante toda la Copa del Mundo, ya que estrictamente hablado, España no ha ganado con convicción ni un solo partido durante el torneo. Este margen mínimo con el que gana la roja no creo que alcance para derribar a un rival de los enteros de Alemania, tendrá que ofrecer mucho más que hoy, que ayer y que anteayer, para eso ojalá la testarudez del retrógrado y obnubilado Del Bosque le permita alinear en su once titular a Fabregas y a Pedro, dejando a Alonso (o a Busquets) y a Torres sentados, eso será a favor del fútbol y sobre todo a favor de la escuadra que el tan mal optimiza.

Sobre Paraguay sólo quedan palabras de elogio después de un mundial histórico y un dignísimo papel ante un individualmente superior España. Martino y sus dirigidos hicieron un partido casi perfecto, el orden, la presión ejercida sobre el rival, el esfuerzo individual y los destellos ofensivos que dos veces casi los colocan al frente (un gol mal anulado y un penal errado) fueron los factores que hubieran posibilitado un milagro que estuvo muy, muy cerca de concretarse; no creo que el tiro penal hubiera sellado el resultado, pero si hubiera permitido a Paraguay a llegar a la instancia de penales, donde la templanza hubiera sido quien defina al ganador. Para Villar, Alcaraz, Da Silva y a todos los alborrojos que derrocharon sudor durante la Copa del Mundo, de nuevo, sólo palabras de elogios, la historia ya ha sido escrita por ellos.