viernes, octubre 17, 2008

Dunga y Basile o la incógnita sobre la dificultad (o casi imposibilidad) de hacer una selección que juegue bien al fútbol en base a jugadorazos

En el fútbol de hoy a partir de lo que hacen Dunga y Basile surge una incógnita: ¿es tan difícil (como parece) hacer una selección que juegue bien al fútbol en base a muchos jugadorazos? Si pensamos otrora en un fútbol que permitía un equipo como el Brasil del ´70 donde 5 de sus cracks jugaban de 10 en sus equipos y Zagallo los envió a todos a la cancha sin demasiada pizarra y resultó sino la selección más brillante de la historia conjugando un performance maravillosa por parte de los cinco implicados: Rivelinho, Jairzinho, Pelé, Tostao y Gerson. 

Hoy en cambio vivimos tiempos distinto, después de cada partido de Argentina emerge la pregunta de si los tres petisos, Agüero, Messi y Tevez pueden jugar juntos, la respuesta nunca es categórica, o deja muchas dudas o hay los que afirman que no. En Brasil del 2006 el cuadrado mágico que conformarían Ronaldinho, Kaká, Ronaldo y Adriano (que tanto ilusionaba antes de la Copa del Mundo) duró tanto como los partidos fáciles que a Brasil le tocó actuar, luego había que tomar las precauciones del caso y con o sin cuadrado de Brasil fue una enorme decepción futbolística. 
Las eliminatorias mundialistas que estamos viviendo nos asombran y ante la lluvia de nombres y talentos con las que nos inundan Argentina y Brasil, están los otros, los modestos que con mejor o peor plantel, deben hacer las cosas en base a sus limitaciones y en muchos casos, lo que mejor parecen hacer es evidenciar las limitaciones de Argentina y Brasil para ensamblar un equipo que sea algo más que una retahíla de renombres, como fue el caso de Bolivia y Colombia contra Brasil en su propio territorio, o Chile y Ecuador ante Argentina. No es que nadie crea que Argentina y Brasil se van a quedar fuera del mundial, seguros estamos de que van a clasificar y hasta cómodos, pero ellos deberían estar peldaños más arriba, primero ganando (logro que consiguen con moderación), segundo gustando (logro hasta hoy no alcanzado y que en este tren se percibe paradójicamente inalcanzable) y tercero goleando (logro conseguido fortuitamente), muy muy muy lejos de alcanzar los tres. Pensar en una eliminatoria en la que Argentina ha ganado uno (y apenas contra Uruguay) de sus últimos seis partidos y un Brasil que no sólo debe llevar la cifra record de no ganar tres partidos seguido en su sagrado suelo, sino el no haber hecho un gol en su suelo en más de 270 minutos, parece más una burla que una realidad, pero es lo tangible, lo que hay. Para los países que llaman al fútbol su religión y que se jactan de haber parido a Maradona y Pelé, la verdad es que sus resultados así como su actualidad son miserables, y cabe decir en descargo de esta dura afirmación que si bien hoy los dos reyes no visten la casaca de sus selecciones, Messi y Kaká (que conjuntamente Cristiano Ronaldo) son considerados los mejores jugadores del fútbol actual. 
Pero ahora, dejando el diagnóstico, y volviendo a la cuestión ¿es tan difícil hacer una selección que juegue bien al fútbol en base a muchos jugadorazos? Dunga y Basile nos parecen no decir, sino gritar, que si, que es no difícil, sino que dificilísimo, lo cual es un tema crucial en el fútbol actual, en el que se juega mal hace mucho y no parece haber respuestas para volver a un fútbol ostensible que pueda terminar en triunfos, todo indica que tener muy buenos jugadores no te garantiza triunfos, menos aun jugar bonito y dar espectáculo. Esta cruda realidad nos hace pensar que los que están en lo correcto, mientras el resto del mundo divaga entre discusiones e ilusiones, son los italianos quienes ceñidos a su constitución que no les permite alinear más que un delantero y un media punta (como fueron en el pasado Vialli y Baggio, Massaro y Zola, Vieri y Baggio y tantas otras duplas teniendo tantos otros delanteros de talento como para poder enriquecer los respectivos pares) contra pena de traición a la patria, lo que produce una estética futbolera que no parece descendiente de Leonardo, Miguel Ángel y Rafael, sino de un pragmatismo celosamente anglosajón mezclado con camorra napolitana. Pero parece que funciona, ergo debe ser lo recomendado.

Ojalá hayan más Bielsas que tengan lo que tengan apuesten a una identidad futbolera que respete a la ya tan agraviada pelota, y que los que estén errados sean Dunga y Basile, y ojalá vengan nuevos técnicos que demuestren lo contrario de lo que estos dos se han empecinado en afirmar. Ojalá, por el bien del fútbol, y ya por un tema personal, por no tener que darles la razón a los italianos.
Y como colofón un breve apunte que si es incontrastable y es que por mucho conjunto, siempre se necesita a tus mejores jugadores de fútbol, el fracaso de Perú muestra que sin Pizarro, Farfán y Guerrero el mundial está más lejos que Saturno, y que ahora que ha vuelto Yepes a Colombia, las cosas tienden a mejorar aunque sea un poquito, Del Solar no parece comprender lo primero, quizás Pinto ahora lejos de la selección Colombia parece empezar a entender lo segundo. 

4 comentarios:

Lorbada dijo...

Es que el fútbol ha cambiado mucho y antes no había tanta táctica (ni patadas) como ahora. Hace falta mucho trabajo en equipo e ilusión, el resto son pluses que siempre son bienvenidos pero que solo deciden partidos sueltos, no torneos.

Alvaro G. Loayza dijo...

Lorbada, tienes razón, el fútbol ha cambiado con las épocas, la táctica lo ha afeado, aunque creo que hoy hay menos patadas que antes, ya que la televisión le ha quitado impunidad a los traperos, por ejemplo la televisión le ha quitado vigencia al fútbol uruguayo quienes tienen como máxima "mientras más patadas arteras pegues, más chance de ganar tienes"; pero en lo que si aciertas es que los pluses del buen fútbol nos vienen a cuentagotas en algunos partidos, no como una constante, eso de un equipo que brille en 8/10 es una utopía que hoy ya no es disfrutable, por más Messis, Kakas, Bervatovs, Zlatans y cia.
Saludos y abrazos!!!

Anónimo dijo...

El fútbol de Italia especialmente el de su selección, pese a ser horrible y defensivo no deja de ser parte del juego y es una forma válida de jugar, aspectos que no la hacen elojiable pero si aceptable. Para mi lo que atenta contra el fútbol son aquellos partidos inundados de patadas y de esa corrosiva viveza criolla manifestada en hacer tiempo de manera abusiva, simular penales, utilizar el fair play para cortar el juego. Argentina - Uruguay en estas elimatorias fue una clara expresión de lo que digo.

Buen articulo alvarex un abrazo

Nando

Anónimo dijo...

aaaa y me olvidaba de la Liga profesional del fútbol boliviano, domingo a domingo una cátedra de antifutbol.

Un abrazo