domingo, junio 30, 2013

David Luiz, Golden Goal



Era vox populi que los dioses del fútbol habían bendecido a sus fieles con un soberbio partido enfrentando a Brasil y a esta magnífica España en el histórico feudo de Maracaná; el menú difícilmente podía ofrecer algo más apetecible.

Pero antes de ponernos cómodos en nuestros asientos, Brasil, con una efectividad que fue una constante durante toda la copa, asestó el primer golpe a España, cuyo libreto era, fiel a su idiosincrasia, tener el balón y manejarlo a placer. Dicho libreto se vio truncado de inicio y España tuvo que ir en busca de una remontada, lo cual no es habitual en su reciente historia futbolística.

Brasil, además del gol se mostró impetuoso de entrada, prevaleciendo en el juego físico, ganando las pelotas divididas casi siempre y golpeando mucho aunque de forma poco visible, con Paulinho como abanderado de ese juego brusco que el irónico Lugano  tuvo el acierto de remarcar.

España tardó en encontrar fluidez con la pelota y siempre estuvo un poco timorata ante algún letal contragolpe a pies de Neymar quien, además de mostrar todo su brillo, tuvo la ventaja de estar marcado por un esperpéntico  Arbeloa que todo lo que se podía hacer mal, lo hizo mal –Del Bosque no debió aguardar a que terminara el primer tiempo con dos goles abajo para prescindir del lateral madridista–.

Cuando España, promediando el primer tiempo,  empezó a sentirse más precisa con la circulación del balón e Iniesta lanzaba pinceladas de su deslumbrante talento, en una jugada rápida hilvanada por tres jugadores que habían estado muy bajos, Torres, Mata y Pedro, dejaron a la península ibérica con el grito ahogado en la boca, ya que después de tres pases precisos y una definición de manual, apareció un inconmensurable David Luiz que con persistencia, pericia y gotas de fortuna, logró evitar el gol cuando Julio César estaba tirado como botella de picnic. Ahí se torció el partido.

Un partido que a priori iba ser reñidísimo se empezó a volcar muy favorable a los locales, cuando éstos volvieron a impactar en momentos cruciales del cotejo, a un minuto del final del primer tiempo, Neymar con un zurdazo bestial venció a Casillas, ante la siempre condescendiente y bobalicona mirada de Arbeloa.

Del Bosque habrá usado su mejor retórica para reavivar a los suyos en el medio tiempo, pero de poco sirvió, ya que apenas empezado el segundo tiempo, otra daga del mortífero Fred dejó knock out  a los campeones del mundo.  Lo que quedó, más allá del penal y algún otro avatar, fue de relleno. Fred había decretado campeón de la Copa Confederaciones al Brasil de un rebosante Felipão que llegó con mil incertidumbres, pero que se va con un título y pocas pero muy reconfortantes certezas para afrontar el gran reto de ganar un mundial en casa. Pero nada me quita de la cabeza, que el Golden Goal, la jugada del partido y por ende del campeonato fue la milagrosa salvada del pelucón David   Luiz que con su enjundia e impronta es el abanderado del campeón y el jugador que mejor identifica el estilo canarinho de Felipão.

8 comentarios:

Alfredo dijo...

En fin, España perdió de la misma manera que había ganado en ocasiones anteriores, con claridad. Todavía recordamos la final de la Euro ante Italia. Esta vez el equipo fue una sombra de su potencial y con un medio campo más pensado para crear que para contener, las contras de Brasil siempre llevaron peligro.

Tal vez hubiera hecho falta un Javi Martínez, y, desde luego, sobró un Torres que ha perdido toda condición futbolística. Soldado creo que hubiera sido mejor solución atacante.

En fin, ya se sabe que a toro pasado todo es más fácil de analizar y que desconocemos totalmente las interioridades del equipo que a buen seguro que sustentan con todo fundamento las decisiones de Del Bosque, el entrenador que claramente necesita la selección española.

Un abrazo y habrá que esperar al Mundial del año que viene a ver si Brasil se nos da mejor.

Alvaro G. Loayza dijo...

Alfredo, estoy de acuerdo con lo de Javi Martínez y que Torres hace años que viene mostrando rasgos de decadencia. Seguro que España se reagrupa y a cuenta de eso resultará un muy buen mundial.

Un abrazo.

Jon Alonso dijo...

Amigo, Álvaro. Lo primero, bien hallado. La alegría de verte teclear por este espacio que sigue siendo un clásico en el IBP. En segundo lugar, a mi Brasil no me gustó. Precisemos. Le dio un soberbio repaso a la España que emula a aquel Brasil del 70. No por ello, veo a la selección de D. Vicente más cercana al Brasil del 82 que fracasó estrepitosamente en el mundial de España. ¡Aviso a navegantes de la península! En Brasil hay una serie de jugadores, que denomino Killer for medicine. Uno de ellos es David Luiz, que tiene mucho de británico de la vieja escuela: rápido y expeditivo. En el Chelsea se ha hecho hombre y central. Dos, como apunta el comentario de Alfredo, viendo la que se estaba montando en Maracana entre patriotismo y revanchismo —pues, parecía Brasil en sus primeros 15 minutos que tus once jugadores se hubieran caído en un barril de merka— cómo un mediocentro defensivo llamado Javi Martínez que ha ganado la copa de Europa con el Bayer no estuviera cubriendo el pivote con Busquest ante la ausencia de mi tocayo: el gran Alonso. El futbol de toque en el siglo XXI es una delicia, pero el físico manda. Hay que ver como selecciones, caso de Alemania y Brasil están en esas entelequias y los veo favoritos. Scolari lo ha visto claro. A mi me vale el resultado y al final como decía mi abuelo: nadie se acuerda del finalista sino del campeón. En España hay que hacer un “plan renove” muy serio y tenemos muchos repuestos. Hay esta el campeonato de Europa sub-20. Resumiendo, Brasil le dio un meneo de arriba abajo metiendo los goles en los momentos más “Hitch” que diría el maestro; el precipicio del principio y la cola final. Un placer volver a comentar por estos lares. Buen verano y abrazos a todos

Jon Alonso dijo...

Preciso una corrección; la frase hay está en el campeonato...No es hay del verbo haber sino el adverbio Ahí está...Se sobreentiende. Esto de escribir en los móviles...Argg

Alvaro G. Loayza dijo...

JC, siempre apreciando un montón tus comentarios. Lamentamos habernos perdido tanto tiempo de estos pagos, pero esperemos darle más asiduidad al tema. de momento se viene un texto por parte de Diego sobre un pedazo de pintor peruano de apellido Humareda, una pasada!! Abrazos a esas latitudes!!

Denys dijo...

Excelente artículo, contenido original y muy creativo,más que un cronista eres todo un poeta deportivo. Felicidades Hermano.

Alvaro G. Loayza dijo...

Gracias Denys.

Iñaki Arbeloa dijo...

España perdió este partido mucho antes de la Confederaciones y es perfectamente comprensible. Los kilómetros en las piernas de muchos de sus jugadores es bestial. Si a eso le añadimos que Del Bosque sigue confiando en algunos jugadores que no son titulares habituales en sus equipos y que el lateral derecho de infausto apellido que sólo sirve para tareas defensivas, no es precisamente un extraordinario defensor...

España tiene mimbres para seguir teniendo un buen equipo. Y para poder seguir desarrollando el juego que tantos éxitos y reconocimiento le ha reportado. ¿Se tendrá la paciencia necesaria? Esa es la cuestión... Quién sabe si la llegada del Tata (un tipo que incide en la presión por parte de los delanteros) y del cambio de tendencia en los fichajes del Real Madrid (jóvenes y nacionales) serán los suficientemente beneficiosos para la selección como para contrarrestar el pernicioso dominio abrumador de estos los dos equipos a los que van a dirigir en el campeonato nacional.

Sobre Brasil... Jugó como un equipo pequeño. Y la permisividad arbitral fue quién escondió la violencia con la que se emplearon, pues las cámaras de televisión no dejaron lugar a la duda. Sobre todo con Iniesta, el jugador más maltratado del planeta cuando hay un título en juego. No creo que con ese juego pueda batir a Uruguay, Argentina, Alemania, Francia (cuidado con sus jóvenes jugadores) o Italia.

Concuerdo contigo en que la jugada del partido fue la de David Luiz, aunque nunca Felipao pudo soñar un guión mejor para la concatenación de sus goles.

Y si para algo ha servido esta Confecup, es para demostrar como por mucho que alguien se arrogue el ejercicio del buen juego, a la gran mayoría de los aficionados y medios de comunicación sólo les importa la victoria final. Ver abuchear a los brasileños a la selección española y regodearse de la brusquedad de los suyos, además de esperpéntico ha sido patético. Está claro que gentes como Tele Santana, Bielsa o Guardiola (entre otros) están más allá de su nacionalidad. Están con el fútbol. Ellos son los que dignifican este deporte...

Abrazos Alvaro...