martes, abril 21, 2009

"Sostiene Pereira": trayectoria de lo luctuoso a la celebración de la vida

Sostiene Tabucchi, que sostiene Pereira que dos psícologos y filósofos franceses (Ribot y Janet) sostienen que tenemos una confederación de almas las cuales son guiadas por un alma preeminente o un yo hegemónico que es el que dirige los derroteros y elecciones existenciales de ese determinado momento de la vida del ser humano en cuestión. Pereira está en una encrucijada de su vida que lo tiene incómodo, por no decir a la deriva, los cimientos que soportan su oronda existencia están tambaleándose, o quizás el alma que lleva la preeminencia en el momento que se inicia la novela se encuentra en una etapa de zozobra a punto de adoptar otro yo hegemónico, pero sea cual sea, el libro “Sostiene Pereira” del escritor italiano Antonio Tabucchi, situada en el Portugal anterior a la segunda guerra mundial, nos narra la peripecia vital de un periodista cultural lisboeta de adultez ya avanzada, voluminosa corpulencia y endeble salud que obsesionado con la muerte y con la plausible salvación del alma y con la poco probable salvación de la carne, enfrenta dilemas sobre los valores y prioridades que rigen su vida al encontrarse con Monteiro Rossi y su hermosa enamorada Marta, y como su relación con estos jóvenes revolucionarios trastornan su rutinaria y afincada vida y profesión.

Aparte de que el libro viene revestido de una prosa seductora, de una afabilidad hacia el lector y de una trama atractiva, el meollo de la novela es el personaje que sostiene todas las afirmaciones que constituyen el relato, el mismísimo Pereira. Personaje lleno de ribetes y magnífico retrato humano, el cual a través de las más de cien páginas se nos va revelando en pequeños detalles y que a partir de su aparente insignificancia de éstos se erige una de esas maravillosas esculturas vivas que pueblan el panteón de la literatura, rebosante de carisma, de una entrañable y cercana ternura y por sobre todo de una personalidad atribulada y dinámica que lo hace ver tan real, amigable y próximo.

Al gigantesco personaje de Pereira, sus epifanías y sus relaciones, el autor le añade el triste y hostil entorno que vivía el Portugal, España y la Europa de la época en las fauces de una contienda mundial que cambiaría los designios de la historia, así como de dictaduras sempiternas que dejaron cicatrices indelebles e insoslayables a ambos países peninsulares, lo cual dota a la narración de una tensión y encanto mayor. Sin duda “Sostiene Pereira” no sólo embelesa con su lectura, sino que deja a uno antojado de nutrirse de algún otro manjar literario del bueno de Tabucchi.

Con la muerte, los obituarios, la conversación con los muertos y las diferentes salvaciones soteriológicas como obsesiones de Pereira, la novela es una trayectoria que parte de lo luctuoso a una epifanía que celebra la vida y como uno no requiere de la muerte para hallar la salvación.

* Existe la película "Sostiene Pereira" interpretada por Marcello Mastroiani en una de sus últimas apariciones en la pantalla, el filme está dirigido por Roberto Faenza y es de 1996.

6 comentarios:

zombre dijo...

Hablando de muertos se nos pelo pal monte Ballard. Tendre en mente a Pereira

Saludos

Alvaro G. Loayza dijo...

Zombre, justo mencionas a un escritor finado que es Ballard, y en "Sostiene Pereira" el protagonista en su obsesión con la muerte, busca un redactor que lo ayude con los obituarios de escritores antes de que estos fenezcan, para apenas ocurran el diario las tenga listas, en el lar en esa lógica correspondería una necrológica del bueno de JG Ballard. Saludos!!!

zombre dijo...

Son las cosas de la muerte y las coincidencias el miercoles de la semanda pense en ballard y dije igual ya se murio quien sabe. Y mira que se nos va el lunes. Y ya esperando la necrologia ballardiana

Alvaro G. Loayza dijo...

Menuda premonición Zombre, creo que te amerita dentro de todo éste contexto hincarle el diente a "Sostiene Pereira" o al menos adoptar Monteiro Rossi como una suerte de apodo o seudónimo fantasmal.
Un abrazo!!!

jj dijo...

Mientras leía "Afirma Pereira", hace unos largos años ya, me entró una extendida sensación de tranquilidad que duró hasta poco después de terminar su lectura. Procurando salvar la orfandad que me provocó el momento de termilnarlo, busqué, como parece ser tu intención, más "alimento" de Tabucchi, pero cualquiera de estos intentos resultó una desilusión. Creo que "Afirma Pereira" es un momento unico de Tabucchi.

Alvaro G. Loayza dijo...

JJ, efectivamente estoy buscando algo más de Tabucchi, lo cierto es que "Afirma Pereira" alcanza cotas tan altas que muy probablemente lo que provenga de sucesivas lecturas sea decepción. Pero una chance más, al menos habrá que otorgarle. Me alegra que hayamos coincidido tanto en las percepciones durante la lectura de "Sostiene Pereira".