viernes, junio 08, 2007

Enumeración sobre el valor primigenio de “Dead Man” de Jim Jarmusch

"Some are born in sweet delight, some are born in endless night", William Blake, Auguries of Innocence

Por esas extrañas gilipolleses que a uno se le pasan por la cabeza, en un afán de cachondeo y por mi innegable (muy criticada y vilipendiada) manía de preguntar demasiado, se me ocurrió hace algunos meses, de manera sumamente inopinada preguntar una suerte de poco fundamentada aseveración “¿No creen que “Dead Man” es la mejor película de la historia del cine?” Lo cual provocó reacciones que oscilan entre la risa y el inmediato repudio. Bueno, el episodio pasó, pero como otras preguntas mías que pasan a vagar al limbo del olvido ésta me volvía a la cabeza con recurrencia. Así, mi pregunta paso a convertirse en una cuestión conmigo mismo y a realizar una arqueología mental que dé sentido a cuestionamiento semejante. Decidí remitirme a la fuente para ver si lograba disolver las dudas poco cartesianas que divagaban por mis mientes, y lo cierto es que encontré no uno, sino
varios sentidos que hacían de mi pregunta no algo absurdo ni obsceno, sino algo premonitorio con una percepción que he desarrollado en torno al objeto de mi pregunta, “Dead Man” de Jim Jarmusch. Me explico en los siguientes puntos:

1. “Dead Man” fue estrenada en el festival de Cannes de 1995, justo 100 años después de la invención del cinematógrafo por los hermanos Lumière quienes empezaron a maravillar al mundo con uno de sus primeros cortometrajes y quizás el más emblemático "L'arrivée d'un train en gare de La Ciotat" (Llegada de un tren a la estación de la Ciotat). No soy muy afín a creer en coincidencias extraordinarias, pero el hecho de que se haya estrenado el western de Jarmusch 100 años después y que en la llegada del héroe William Blake al macabro pueblo de Machine se vea un arribo del ferrocarril muy parecido al registrado por los Lumière, no deja de ser una coincidencia o, sino, un homenaje sugerente y emotivo.

2. Jarmusch siempre ha sido un amante del cine en blanco y negro, lo cual no hace más que reafirmar su recalcitrante espíritu de cineasta independiente, como también parece ser un adorador del cine mudo, y aunque no llegue a los límites de “Juha” de su amigo Kaurismaki, Jarmusch parece adorar el silencio de los personajes y que sea esa incómoda incomunicación entre ellos la que nos revele las intenciones y emociones más profundas del realizador a través de sus personajes. “Dead Man” no es su filme más lacónico, aunque si se encuentra en la estela de su cine anterior, conjugando ese espíritu primigenio del cine: blanco, negro y mutismo (esa aspiración tan profunda de Murnau de que sean sólo las imagenes las que hablen y los rótulos se conviertan en un instrumento prescindible y superfluo, aspiración truncada por la llegada del sonido). La misma noción de Xebeche (alias del indio Nobody): “Aquel que habla fuerte sin decir nada” o a nuestro entender al revés, aquel que dice mucho sin hablar fuerte.

3. “Dead Man” es un western, extraño, exótico y críptico, pero no deja de ser un western, o sea cine de “género” si es que eso es posible para un autor como Jarmusch, y creo atisbar, en esa intención de hacer una película de “género” y elegir el western como vehículo, una seminal reivindicación del cine, de sus inicios, así como de su primer género propio, la película de vaqueros. El western es tan importante para el cine como para la joven cultura norteamericana que, carente de historia y de referentes, construyó su propia mitología en base a la conquista del oeste y de sus solitarios e incomprendidos héroes: los cowboys.

4. El western siempre ha tenido como subtexto la lucha entre lo incivilizado contra la paulatina civilización. En este caso, el protagonista no es héroe paradigmático del oeste, ya que no es ni un gran tirador ni un tipo duro, sino un endeble contador llamado William Blake, que a los ojos de su guía espiritual, el indio Nobody, es la reencarnación de poeta romántico inglés, que ha venido a ajusticiar a los “stupid fucking white men” permutando su candorosa pluma y lengua por el ardiente fusil justiciero. Jarmusch trasmuta los valores del género, hace que el indio sea el medium de Blake en pos de civilizar a los salvajes blancos, asunto muy recurrente en este director ya que siempre el extranjero –pese a sus taras idomáticas- parece ser la persona que más comprende la realidad y permite que exista una comunicación entre los personajes.

5. Otra fascinación de Jarmusch es el “road movie”, la exaltación del viaje como dador o sustractor de sentido, y eso nos presenta en la travesía espiritual de Blake por los parajes del averno (el pueblo de Machine y sus rededores), donde posee a su guía (Nobody) y a sus perseguidores que son los encargados de realizar su particular noche del cazador a cargo de un gigantesco Robert Mitchum. Toda la peripecia atraviesa los derroteros de la muerte, purificando su alma y el mundo, iniciándose en los misterios, perdiendo los anteojos para lograr ver de verdad, hasta encontrar a Caronte, el barquero que lo llevará de la “endless night” al “sweet delight”, donde el mar mira al cielo.

6. Todo el viaje de Blake parece ser un sublime homenaje a la historia del cine, con trazos muy sutiles; “Dead Man” parece remitirse a su origen, a su más simple e intrincado viaje por los años, a sus principio genéricos y formales, a sus fundadores, a su mística búsqueda a través de la mirada y a su parsimonioso y deleitable recorrido al son de las estremecedoras guitarras de Neil Young. No sé si sea la mejor película de la historia del cine, quiza no, pero “Dead Man” si es el mejor homenaje hecho por el cine al cine en sus primeros 100 años de espléndida existencia.


Ver: "Llegada de un tren a la estación de la Ciotat" (Hnos. Lumiere, 1895)


Ver: Fragmento del inicio de "Dead Man" (Jim Jarmusch, 1995)

8 comentarios:

Anónimo dijo...

Tal ves este pueda ser el numero 7.
Dead Man es también notable como uno de los muy pocos films acerca de americanos nativos que ha sido dirigido por un no-nativo y ofrece detalles considerables de las diferencias individuales entre las tribus americanas nativas, y además libre de estereotipos comunes. Hay pasajes sin traducción en varias leguas americanas nativas y Jarmush incluyo varias bromas dirigidas a los espectadores americanos nativos, o por lo menos a personas con un conocimiento fluido del lenguaje usado.
mile

Alvaro G. Loayza dijo...

Mile, ese es un apunte que desconocia sobre la película, pero como apunto someramente en el post, Jarmusch es un director profundamente interesado en los "extranjeros", paradójico en éste caso, pero en el western como en la historia estadounidense los nativos siempre han sido los "extranjeros". Podemos revisar varios personajes de éste tipo como ser Benigni en "Down by law" o la prima rumana en "Stranger than paradise" o el mismo vendedor de kiosko haitiano, amigo de Ghost Dog aunque no entiendan ni una sola palabra de los que dice el uno o el otro.
Saludos y gracias por tu comentario!!!

Anónimo dijo...

Tengo que decir que me encantó el tono. Va siendo un placer leerte aunque no entienda un carajo. Ya no importa de que vaya el artículo, me da igual que sea un rollo de erudito del cine. Sinceramente, incluso al principio pensé que eras Diego, sólo que distinto. Un abrazo a ambos de vuestro hermano...

Rosenrod dijo...

Un post estupendo, y enormemente sugerente, para una película grande (no sé si la más, pero desde luego una maravilla de película).

Un saludo!

Alvaro G. Loayza dijo...

Iñaki, la mayor lisonja ciertamente es que me hayas confundido con el Cholo y segunda que no hayas entendido un carajo, lo de "erudito de cine" eso ya me sento un poco mal, y asumo que el tono te gustó por el inicio con patada voladora con la panibérica expresión gilipolles.
Un fuerte abrazo de los Loayzas (aunque éste los suscriba al mayor)!!!

Rosenrod, una de las grandes dádivas que Jarmusch le ha entregado al cine, lo cierto es que no soy imparcial ya que soy un fanático empedernido de Jim.
Saludos desde el páramo andino!!!

Anónimo dijo...

Recuerdo haber visto este filme hace ya muchos años (pa que te des una idea de cuantos, es que no me acuerdo donde diablos lo vi). Lo agarre empezado en un canal de television local...me fascino, pero no paso a mayores y ni siquiera supe su nombre...fue lo que algunos pudieran decir : "one night stand"...pero de los buenos porque es un peliculon...despues de leer tu blog y enterarme el nombre del filme he recorrido cuanto mercado de la pirateria hay en esta ciudad...nada,niente,nothing, ni rastros de una pinche copia...tenes mi direccion maldito bolchevique, me debias un DVD y ahora son dos...jejeje...muchos abrazos desde cambalandia, a ver cuando venis pa que caches el nivel de mi hometheater.
PD.- que tal la nieve?

Alvaro G. Loayza dijo...

Es verdad, te debo dos DVDs, y ojalá que se pueda realizas una pomposa re-inauguración de tu home-teather con los chirriantes riffs de Neil Young acompañando el moribundo recorrido del sanguinario poeta Blake, un abrazo desde Oruro al pueblo, Alvarex

Anónimo dijo...

Con todo gusto mi hermano, avisame nomaj cuando, yo me encargo de la parrilla!
un abrazo
Emilio