Quiero hacer un homenaje a esa tarea tan crucial en el cine que es la interpretación, elijo cinco porque es un número maravilloso y elijo estas cinco sin orden específico porque a mi opinión, son las más memorables del cine. El hecho de que todos sean actores anglosajones no me extraña dado que si en algo tienen hegemonía los anglosajones es en su producción masiva de actores de primer nivel. No hay que negarlo y eso no quita que en la historia de esta noble práctica artística hayan habido maravillosas performances de oriundos de todo el orbe. Con este post quiero ceder, por primera vez, a la tentación de poner este género: "Mis cinco predilectas", una forma de conteo que nos es tan sabrosa a los cinéfilos y ramas afines. Aquí vamos.
Gloria Swanson (Sunset Boulevard): Mientras el cínico guionista Joe Gillis encarna ese lado masculino, pragmático (por no decir instrumentalista) y solar a través de su apego implacable al Verbo; Norma Desmond, antigua vedette del cine mudo, representa la oscura, voraz y nocturna naturaleza femenina. Nunca una actriz ha encarnado mejor la tragedia hollywoodiana, la caída de una divinidad y la locura consiguiente. Ya Wilder, antes de la modernidad cinematográfica, nos regala esta joya proto-moderna donde el cine, por primera vez, se ve a sí mismo y, como en todo fenómeno especular, la sustancia que emana no carece de veneno y matiz escarlata. Gloria Swanson es gigantesca y el último plano de la película queda como estampa de esa magnitud.
Laura Dern (INLAND EMPIRE): Si Lynch, hasta Mulholland Drive, había explorado el fenómeno del Doble, en INLAND EMPIRE da un paso más adelante. ¿Qué importancia tiene la lógica del Doble si no es aquella según la cual uno no es idéntico a sí mismo? Vale decir que, si uno no es uno, qué importa ser dos o tres o cinco. El ser múltiple nunca es explorado de una manera tan trágica, oscura y pesadillesca como lo es en este opus del cine digital. El desafío de Laura Dern es importantísimo y los frutos lo son aun más. La alta rubia nos lleva por una gama inmensa de formas de ser (mujer), es eso lo que la hace a la vez tan entrañable y repulsiva. La mutación e inestabilidad identitaria que siempre han obsesionado al director encuentran en esta combinación con su actriz fetiche un apogeo y un viaje por el laberinto jamás concebido en la pantalla grande.
Miranda Richardson (Spider): Exquisita, sutil, virtuosa... a Miranda Richardson le toca cargar un peso enorme respecto al sentido que encierra la tremenda historia de Spider (donde Ralph Fiennes y Gabriel Byrne juegan roles extraordinarios también). La araña, la mala madre y la buena madre, la puta y la mujer autoritaria, todo atravesado por una imagen, un rostro que los asume todos y por ende, no representa a ninguno con certeza. En esta hermosa y triste historia marcada por el Edipo freudiano, la actriz inglesa se encarga de que los delicados cristales de la sinfonía narrativa de este rompecabezas no se vengan abajo y podamos comprender la tragedia subyacente. Performance literalmente alucinante.
Jeremy Irons (Dead Ringers): ¿Podrá haber mejor actuación que la de Jeremy Irons en Dead Ringers? Lo dudo. Elliot y Beverly Mantle son y serán los gemelos más reales, dentro de lo humanamente posible, en la historia del cine. Su historia es tan tremenda que, para el espectador, es difícil pensar que la película es una obra maestra de los efectos especiales al juntar en dos roles sin ambigüedad al mismo actor, en la misma pantalla, en escenas desencarnadas, llenas de angustia y emociones tan difíciles de transmitir de manera convincente que si no es a través de una interpretación virtuosa pueden derivar en cualquier pastiche melodramático. Por ello, el maestro Cronenberg (papá en dirección de actores) pensó que era más fácil conseguir a un actor brillante que actúe de dos gemelos y hacer una película de efectos especiales en vez de tomarse la tarea de buscar dos gemelos que sean capaces de llenar las expectativas en la pantalla.
Ed Harris (Pollock): Uno de los principales desafíos del actor, a mi juicio, es entrar lo más posible en el personaje pero no quedarse varado allí (al más puro estilo de la pesadilla lynchiana). En la historia del cine, una de esas aproximaciones límite es, sin duda, la de Ed Harris representando al conflictivo pionero en el expresionismo abstracto Jackson Pollock. Interpretar pintores tiene una doble dificultad: la primera, inherente a toda representación de un personaje histórico, es que el juicio también incluye los datos históricos fehacientes, los hechos registrados (más aun si se trata de un contemporáneo que ha sido entrevistado, fotografiado, filmado, etc.). La segunda dificultad emana propiamente de la representación de un personaje perito en alguna técnica específica: Ed Harris ha tenido que aprender a pintar, si no como Jackson Pollock, al menos ha tenido que asumir el vigor, aprender la quasi-danza del transe pictórico que llevaba a cabo el genio norteamericano. El resultado es una penetración única en el espíritu del artista plástico y en su vida y sus pasiones. Me saco el sombrero.
Gloria Swanson (Sunset Boulevard): Mientras el cínico guionista Joe Gillis encarna ese lado masculino, pragmático (por no decir instrumentalista) y solar a través de su apego implacable al Verbo; Norma Desmond, antigua vedette del cine mudo, representa la oscura, voraz y nocturna naturaleza femenina. Nunca una actriz ha encarnado mejor la tragedia hollywoodiana, la caída de una divinidad y la locura consiguiente. Ya Wilder, antes de la modernidad cinematográfica, nos regala esta joya proto-moderna donde el cine, por primera vez, se ve a sí mismo y, como en todo fenómeno especular, la sustancia que emana no carece de veneno y matiz escarlata. Gloria Swanson es gigantesca y el último plano de la película queda como estampa de esa magnitud.
Laura Dern (INLAND EMPIRE): Si Lynch, hasta Mulholland Drive, había explorado el fenómeno del Doble, en INLAND EMPIRE da un paso más adelante. ¿Qué importancia tiene la lógica del Doble si no es aquella según la cual uno no es idéntico a sí mismo? Vale decir que, si uno no es uno, qué importa ser dos o tres o cinco. El ser múltiple nunca es explorado de una manera tan trágica, oscura y pesadillesca como lo es en este opus del cine digital. El desafío de Laura Dern es importantísimo y los frutos lo son aun más. La alta rubia nos lleva por una gama inmensa de formas de ser (mujer), es eso lo que la hace a la vez tan entrañable y repulsiva. La mutación e inestabilidad identitaria que siempre han obsesionado al director encuentran en esta combinación con su actriz fetiche un apogeo y un viaje por el laberinto jamás concebido en la pantalla grande.
Miranda Richardson (Spider): Exquisita, sutil, virtuosa... a Miranda Richardson le toca cargar un peso enorme respecto al sentido que encierra la tremenda historia de Spider (donde Ralph Fiennes y Gabriel Byrne juegan roles extraordinarios también). La araña, la mala madre y la buena madre, la puta y la mujer autoritaria, todo atravesado por una imagen, un rostro que los asume todos y por ende, no representa a ninguno con certeza. En esta hermosa y triste historia marcada por el Edipo freudiano, la actriz inglesa se encarga de que los delicados cristales de la sinfonía narrativa de este rompecabezas no se vengan abajo y podamos comprender la tragedia subyacente. Performance literalmente alucinante.
Jeremy Irons (Dead Ringers): ¿Podrá haber mejor actuación que la de Jeremy Irons en Dead Ringers? Lo dudo. Elliot y Beverly Mantle son y serán los gemelos más reales, dentro de lo humanamente posible, en la historia del cine. Su historia es tan tremenda que, para el espectador, es difícil pensar que la película es una obra maestra de los efectos especiales al juntar en dos roles sin ambigüedad al mismo actor, en la misma pantalla, en escenas desencarnadas, llenas de angustia y emociones tan difíciles de transmitir de manera convincente que si no es a través de una interpretación virtuosa pueden derivar en cualquier pastiche melodramático. Por ello, el maestro Cronenberg (papá en dirección de actores) pensó que era más fácil conseguir a un actor brillante que actúe de dos gemelos y hacer una película de efectos especiales en vez de tomarse la tarea de buscar dos gemelos que sean capaces de llenar las expectativas en la pantalla.
Ed Harris (Pollock): Uno de los principales desafíos del actor, a mi juicio, es entrar lo más posible en el personaje pero no quedarse varado allí (al más puro estilo de la pesadilla lynchiana). En la historia del cine, una de esas aproximaciones límite es, sin duda, la de Ed Harris representando al conflictivo pionero en el expresionismo abstracto Jackson Pollock. Interpretar pintores tiene una doble dificultad: la primera, inherente a toda representación de un personaje histórico, es que el juicio también incluye los datos históricos fehacientes, los hechos registrados (más aun si se trata de un contemporáneo que ha sido entrevistado, fotografiado, filmado, etc.). La segunda dificultad emana propiamente de la representación de un personaje perito en alguna técnica específica: Ed Harris ha tenido que aprender a pintar, si no como Jackson Pollock, al menos ha tenido que asumir el vigor, aprender la quasi-danza del transe pictórico que llevaba a cabo el genio norteamericano. El resultado es una penetración única en el espíritu del artista plástico y en su vida y sus pasiones. Me saco el sombrero.
¿Están o no de acuerdo? ¿Por qué? Se espera sugerencias y comentarios
10 comentarios:
Gran post! Una aguda y apasionada reflexión de lo que es el cine y sus protagonistas. Ahì van algunas sugerencias pensadas a la rápida: Lloyd Bridges, Jhon Goodman y Steve Buscemi en "The big Lebowsky"; Paul Newman en "The Hustler"; Peter Lorre en "El halcón maltés"; Javier Bardem en "Los lunes al sol"; Elias Koteas en "Exótica".
Lynch siempre presente, por lo menos para mi.
Muy interesante tu Blog, el cual acabo de descubrir.
Seguiré leyéndote.
Ojalá te hagas el tiempo y también me visites.
Corrección a un lapsus: Jeff Bridges por Lloyd Bridges.
Estaba dudando en poner a Zang Ziyi en "La casa de las dagas voladoras", Bardem en "Los Lunes al Sol" no es mala opción en cuanto al cine hispanoamericano, también se podría considerar la de Javier Cámara en "Hable con ella", es cierto que me falta algo de los Coen o Jarmusch, algo del cine francés o italiano, lo sé. Pero lo dificil en esta faena es excluir...
Gracias Frisbi y Jorge, encantados de que nos leas, tanto en el lar como en
http://www.pescotis.blogspot.com
hola...me rei mucho con tu coment en mi blog, es bueno saber que entras borracho..jaj
oye...muy buena tu seleccion de actuaciones, aunque creo que es una tarea en extremo deficil, hay muchas actuaciones que merecen un lugar, de las que presentas, gloria swanson en sunset boulevard es impresionante...un clasico absoluto, laura dern la lleva en INLAND EMPIRE, quisiera agrgar 2 actuaciones del mas grande entre los grandes Marlon Brando en untranvia llamado deseo, donde es un animal de la pantalla...genial, y en on the waterfront, con la famossa escena the contender con rod steiger....un clasico absoluto
saludos
te voy a enlazar desde mi blog, asi paso mas a menudo
Para no ser indiferente a la ocasión propongo mi lista para su evaluación y crítica: John Turturro como Barton Fink, Phillip Seymour Hoffman, quizás el mejor actor vivo en Happiness, Victor Sjostrom como el profesor en las "Fresas Salvajes" de Bergman, la pequeña Ana Torrent en "El Espíritu de la Colmena" y el magistral Eli Wallach como Tuco Ramírez en "El bueno, el malo y el feo" y por último una mención especial al elenco entero de "Casablanca" que no sé si la mejor película de la historia, pero de seguro el mejor momento de la historia del cine.
¿Qué tal Martin Landau en Ed Wood?
Inconmensurable Ed Harris,
me uno a ti ;-)
Saludos helados y re-helados desde Barcelona!
gracias por la visita... revisando post me he encontrado con este que me ha llegado directo. Totalmente de acuerdo con la actuacion de gloria swanson. Y par continuar con la onda de "otras actuaciones predilectas", yo colocaría a Maggie Cheung como Sulizhen en In the Mood for Love
Saludos!
¡Gigantesca Maggie Cheung!
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