domingo, marzo 02, 2008

Panfleto contra la literatura profesional


Entre los comentarios a un artículo de Antonio Caballero, publicado en la edición digital de la revista colombiana Semana, encuentro esta historia:

RICARDO JOSE

SOY POLICÍA Y MARCHARÉ-POR CAMBATIR A LOS PARAMILITARES EN SUCRE ME ECHARON DE LA POLICIA NACIONAL. SOY POLICIA EN EL GRADO DE AGENTE-EN EL AÑO 1998 COMBATI CONTRA UN GRUPO PARAMILITAR EN PAJONAL, SAN ONFRE-SE DIERON DE BAJA CUATRO PARAMILITARES, SE DECOMISARON VARIOS FUSILES Y GRAN MATERIAL DE GUERRA E INCLUSO MURIO UN PATRULLERO-ME CONDECORARON CON LA MEDALLA AL VALOR, MEJOR POLICIA DE SUCRE- Y LUEGO ME VOTARON PORQUE ESTABA INCAPACITADO FISICAMENTE PARA SEGUIR EN LA POLICIA, PUES DE HECHO PERDDI UN OIDO, PARTE DE LA VISION, LA CARA ME QUEDO DESFIGURADA POR LAS ESQUIRLAS DE GRANADAS, EN SI QUEDE CASI INUTIL PARA LABORAR, PERO LA POLICIA ME DIO UNA MERMA LABORAL DE 37% Y ME RETIRO DEL SERVCIO ACTIVO SIN UNA PENSION- ES MAS PARA QUE ME CENCELARAN LA INDENIZACION TUVE QUE INSTAURAR UNA TUTELA CONTRA EL DIRECTOR DE LA POLICIA-LUEGO PRESENTE UNA DEMANDA POR CONSIDERAR INJUSTO MI RETIRO Y PORQUE ESTABA GRAVE DE SALUD Y EXISTIAN VARIAS LESIONES QUE NO ME VALORARON Y PORQUE ME ECHARON DE LA POLICIA SOLO POR COMBATIR A LOS PARAMILITARES- LA DEMNDA LA PERDI POR DESCUIDO DEL ABOGADO Y ME QUEDE SIN NADA- ES MAS PERDI EL DERECHO A LA VIVIENDA MILITAR PORQUE ME HACIA FALTA UN AÑO PARA GANARMELA Y COMO RETIRARON YA NO TENIA DERECHO- EL ESTADO-GOBIERNO-POLICIA NACIONAL ME CASTIGO POR COMBATIR A LOS PARAMILIATERS EN SUCRE-ES MAS PERDI MI SUBSIDIO A UNA UNA VIVIENDA POR DAR DE BAJA EN COMABTE A CUATRO PARAMILITARES.- POSTERIORMENTE Y LUEGO DE HABER PERDIDO TODA ESPERANZA Y POR LA INHUMANIDAD DEL ESTADO Y DE LOS MANDOS POLICIALES, YA QUE NI LOS AUDIFONOS MENENTREGARON PARA CALMAR MI SOREDRA E INCLUSO ME QUITARON EL SUMNISTRO DE DROGAS PARA SIQUIATRIA, TODO ELLO POR HABER DADO DE BAJA A CUATRO PARAMILITARES EN SUCRE.- SINEMBARGO INSTAURE TUTELA Y ASI LOGRE QUE EL TRIBUNAL DE SUCRE TUTELARA MIS DERECHOS-MENTIRA DEL GOBIERNO- LOS POLICIAS QUE COMBATIMOS Y QUEDAMOS CON LESIONES SOMOS DISCRIMINADOS, LA FAMILIAS DE LOS LOS POLICIAS CAIDOS EN COMBATE PIERDEN EL 50% DE PENSION, SOLO LE RECO...


Contar para sobrevivir. Contar desde la indignación, desde la desesperación, desde la rabia, desde el desamparo, en últimas, desde el margen. Si no escribimos así, si la literatura no está alentada por idénticos motivos a los que llevan a este hombre a insertar su historia en los comentarios a un artículo, si las artimañas formales no obedecen a los mismos motivos que han llevado a este hombre a elegir las mayúsculas en lugar de las minúsculas, mejor no escribamos. Si de lo que se trata es de profesionalizar las técnicas para satisfacer el (cada vez más alienado) espectro de los placeres estéticos, mejor no escribamos. Si de lo que se trata es simple y llanamente de "ser" un escritor, como cualquier otro eficiente agente productor de la sociedad, mejor no escribamos.
No se puede profesionalizar la literatura sin transformarla en una rama de la publicidad, esto es, en un conglomerado de técnicas de adulación estética destinadas a ensalzar una marca: la marca del autor-editorial y sus respectivos eslogans, logotipos fácilmente reconocibles...Es decir, el arte al servicio del vacío autoreferencial de la marca. Realpolitik: el arte por el arte es en realidad el arte por la marca.

Y aún así, el combate real no tiene lugar afuera, atacando el marketing con anti-marketing (el marketing siempre acaba reutilizando las formas del anti-marketing en su propio beneficio). El combate real se da adentro, en el texto. El texto, como sigue ocurriendo en Cervantes, en Joyce, en Kafka, en Guimaraes Rosa, debe ser un escenario de entrecruzamientos, de líneas de fuga, de aporías, un escenario donde las palabras chocan unas con otras como huesos dentro de una caja, un espacio electrificado donde el lenguaje es capaz de superar su fase de domesticación representacional para empezar a vibrar, amenazando en todo momento con diluirse en la pura vibración.

3 comentarios:

Iñaki Arbeloa dijo...

Justamente de eso trata el arte en general y la literatura en particular. Uno ha de escribir con el alma, y si no se tiene, se roba a quien la tenga. La única legitimidad para llamarse escritor es creérselo aun firmando como anónimo. Tener una verdad para pervertir. Hacer música de la cacofonía. Asumir lo absurdo de modular el tono, pues uno grita cuando grita, y susurra cuando susurra. Conocer al padre y a la madre de cada palabra y convencerlos de que eres un buen tipo mientras te la llevas a la cama, para sodomizarla o jugar al parchís, que eso ya da igual, que eso a nadie le importa, ni siquiera a la siguiente palabra.

Y si uno no acepta que las cosas son así, que no moleste, que no nos haga perder el tiempo, que no engañe con su sonrisa profidén y manicura recién estrenada. Y sobre todo, que vuelva tras sus pasos y recuerde en que momento se cruzó con alguien que sin mediar palabra pudo robarle lo poco que tenía que podía merecer la pena y lo asesine sin dar los buenos días siquiera; porque si lo perdió o lo dejó olvidado en algún mostrador o barra, que haga el favor de suicidarse pues ya no tiene redención posible, nadie va a echarle de menos.

(Diego Loayza) Oneiros dijo...

Me recuerda a una anécdota lorquiana, si no me equivoco, en donde una cantante española que había tenido éxito en los más altos círculos parisinos fue a parar a una taberna andaluza. Allí emitió las notas con su melodiosa voz esperando conmover a la audiencia que, para su sorpresa, no se conmovió en lo más mínimo. Más aun, un hombre ebrio gritó desde la oscuridad del anonimato: "Eh, que aquí no estás en Paris, aquí no nos importa que cantes bonito sino que sangres". Tras esa recomendación, la cantante dejó de lado la gran técnica aprendida en la ciudad luz y, conmoviendo a la exigente audiencia, descubrió lo que era sangrar para cantar y cantar para sangrar.

Anónimo dijo...

Caro Juan,

Parece-me que estamos de acordo quanto a tudo o que escreveste. As minhas inquietações são as mesmas. Os latino-americanos, têm neste apecto uma grande vantagem sobre nós, Europeus. A grande questão por trás do que escreves é se a escrita é ou não política. Com isto quero dizer, activamente. É óbvio que é isso que se perde logo depois de se ter escrito, ou seja, o ponto de onde se escreve, o ponto político de onde se dispara para o mundo. Mas como será possível encontrar um ponto digno quando o mundo parece funcionar na perfeição? A perfeição cumpre a sua função, o ruído cumpre a sua função, a arte cumpre a sua função nas feiras e nos mercados... Não estará a torre demasiado alta para que o Sangue dos operários valha ainda alguma coisa, seja ainda o que nos resta da poesia?

Abraço e Saudades
Tiago