El 13 de septiembre de 2006 salió a la luz la tercera producción cinematográfica de los hermanos Loayza: “El Factor Tureque”, corto que dura poco más de una veintena de minutos y que se suma a las dos anteriores producciones de estos realizadores: “De Kenchas, Perdularios y Otros Malvivientes” y “El Plan Papa Noel”.
"El Factor Tureque" versa sobre una serie de funestos personajes que muestran las facetas más descarnadas del ser humano mientras conversan de absurdos temas en un decadente club de sociedad. En alusión al festejo de la reelección del nuevo presidente, un gordo criollo, turbio y sorprendente, se juntan en la mesa central del mentado club una sarta de extraños individuos: un intelectual venido a menos, aquejado por la falta de estilo y glamour; una mujer fatal, creando oleadas de deseo a su paso; un crítico de graffiti, destilando demasiada confianza en si mismo; la conservadora mujer del presidente; un extraño sujeto que anda cargando al convaleciente muñeco de su mujer; un par de borrachos jugadores de fútbol, golpeados por las lesiones y el alcohol; un conquistador ordinario y dicharachero, y un desbordante lamebotas profesional.
Estos personajes desencadenan una serie de sucesos que muestran los niveles de bajeza y decadencia a los cuales pueden llegar los hombres. Vicio, alcohol, racismo, lujuria, pedofilia y un largo etcétera. Nos encontramos con una producción cinematográfica absolutamente sui generis en relación al resto de las obras del género que se están haciendo en nuestras tierras. Al ver el corto, muchas cosas quedan como profundas interrogantes: ¿cuál es el sentido último de la historia? ¿qué tratan de decirnos los creadores? ¿es el producto final o el principal esbozo de una historia más larga? ¿cuál es el mensaje que plantea el film? Sobre estas y otras cuestiones, hablamos con los creadores de este extraño producto: “EL FACTOR TUREQUE”.
Ernesto Wanchaca-Pardo: Para comenzar la entrevista ¿Qué quiere decir “El Factor Tureque” y a qué hace referencia? Ya que no hay una ligazón directa entre el título y los sucesos que van aconteciendo en el filme.
Diego Loayza: Eso es porque tú no sabes que quiere decir tureque. Lo que pasa es que “El Factor Tureque” (desde aquí FT) es un título cabalístico que hemos elegido para designar la ambigüedad que existe en torno a una junta de personajes, a un encuentro y a hacer una película sobre eso.
Alvaro Loayza: El hecho de que haya tureque y que no haya una referencia directa a eso durante la película, pretende crear ese desasosiego de no saber a que aferrarte, y además a una invitación al espectador a cavilar, en una película poco convencional, sobre el sentido que puede tener el termino tureque. Lo que no cabe olvidar es que FT es uno de los tres títulos que aparecen durante la película y sólo quedo como título al ser el nombre de la primera historia siendo “Morir de Glamour” y “Mens Insani In Corpore Masturbati” los nombres sucesivos.
EW-P: Se han tocado los temas de desasosiego y película poco convencional, a algunos espectadores como yo, nos da la impresión de algo inacabado, que nos pueden decir de esa sensación de estar presenciando un producto inconcluso.
AL: Ya fue un reproche anterior, ya que en “El Plan Papanoel” (desde ahora PPN) muchos espectadores se quejaron del súbito final y de que los dejaba con ganas de más. En éste caso la trama se hila no en base a una historia que queremos contar, sino a través de personajes y diálogos entre ellos, hilvanándolos en base a una congregación de tipos peculiares en torno a lo que se va construyendo una serie de hechos y sucesos que hacen de esto una historia, quizás mal llamada como tal, y sino la trama de ésta película.
Sí entiendo que pueda parecer inacabada, como un experimento con muchos cabos abiertos, y debido a que los personajes nos atraen así como las hipotéticas situaciones entre ellos, es por lo que tenemos bastante avanzada la idea de hacer un largo en el cual “El Factor Tureque” que hoy tenemos sería la primera parte del filme a lo que se sucedería un crimen que iniciaría toda una trama policíaca intercalada con flashbacks que nos muestras las interrelaciones entre todo esta sarta de sujetos.
DL: El problema es que la narrativa convencional o clásica asegura sobre todo los esquemas del público, y los reconforta en sus creencias, con un viaje lineal, que tiene un nudo desarrollado y un desenlace. Aquí parte del desasosiego implícito de ésta película que parte de un corte, de una situación que ha ocurrido, y a partir de ésta se pueden deducir relaciones y lo demás. La vida no es una narración clásica sino que en algún momento se acaba y punto.
AL: En ese sentido, al no existir esa narrativa clásica se asume que se puede crear en el espectador cierta incomodidad, como es la que viven los personajes y como esperemos con mediano éxito se logre infundir al espectador.
EW-P: Ustedes decían que dentro de esta apuesta narrativa y estética algo extraña, que los personajes son el motor de la trama. ¿Cómo están construidos los personajes? ¿Qué tratan de referir? ¿Cuáles son sus propiedades?
DL: Justamente el FT no está inacabado, sino quería dar esa sensación, sin embargo nos hemos enamorado tanto de los personajes y de las relaciones entre ellos, que podríamos hacerlos participar en una aventura más grande. La idea de que se junten alrededor de una mesa charlando sugiere que ya tienen relaciones en el pasado y que no todas son muy plácidas, dentro de las que se encuentran celos, envidias, deseos, complicidades y todo esto puede dar pie a un mayor desarrollo de estos personajes que son a su vez jocosos, infames, algunos completamente excéntricos, y todos de alguna forma son desoladores, como representantes de la humanidad.
AL: Los personajes de esta película son mucho más parecidos a los de los “Kenchas”, y no tan afines a los desarrollados en el PPN, además del hecho de que es una película coral como los “Kenchas”, ya que el FT te presenta más de una decena de personajes en veinte minutos al igual que la lluvia de personajes que te ofrece los “Kenchas”, mientras el PPN se sostiene en un único personaje que lleva la trama a cuestas.
Los diálogos que ellos entablan, el humor que ellos manejan es más evocador de los “Kenchas” aunque en un contexto muchos menos optimista y esperanzador.
EW-P: Dentro de esta lógica como ven ustedes el tránsito entre las tres películas, que propiedades ven en ellas, cuales son las distinciones, que tradiciones están viendo, que están rompiendo y demás no, como proceso viendo las tres películas.
DL: Hay una diferencia clara entre los “Kenchas” y las otras dos, ya que los “Kenchas” era la pasión de contar una historia, más intuitiva, en cambio los cortometrajes son mucho más elaborados en otros aspectos, dentro de su búsqueda formal.
AL: Creo que es normal que cuando haces una primera obra sientes la necesidad de querer contarlo todo, decirlo todo, meterlo todo adentro.
DL: Las nuevas son de hecho mucho más minimalistas. Temas en común si las ven con gusto los van a encontrar aunque a nivel sinopsis no tienen nada que ver ninguna de las tres, son tres propuestas diferentes y los temas en común van saliendo y serán diferentes para cada una de los espectadores.
EW-P: En ésta última producción además de la importancia de los personajes, existe un ambiente muy extraño en toda la película, un universo muy peculiar signado por la podredumbre, por el mal ¿qué significa ese universo? ¿cómo fue construido? Y ¿cuáles son sus implicaciones?
AL: Cada película pretende construir una atmósfera, un universo que sea fiel a si mismo y que sea representado de manera adecuada con todos los recursos con los que se puede contar. Quizás el universo del FT podría expresarse con la palabra desasosiego. Se vislumbra una decadencia, o podredumbre, inherente a los personajes. En apariencia en el corto todo parece ir normal y se va desvelando y desencadenando una podredumbre que se acumula como mierda por debajo de la mesa. Otro tema que dota del ambiente a la película es el local, que ya es un tema de dirección artística, pero que se pliega a la perfección para dotar de una atmósfera al corto, al entorno de club de sociedad que se contrasta, supuestamente, con la mierda bajo el mantel.
DL: Yo no estoy de acuerdo con que se presente el mal durante el corto, ya que el mal dentro del cine tiene una forma de lenguaje, que se maneja a través del miedo y de símbolos horribles. Aquí en ningún momento se los sugiere aunque se pueda interpretar eso, el mal, ya que para que éste aparezca debería poder existir un contraste que se refleje en el héroe, el bueno, alguien que sufre, y aquí no hay nada de eso. Todos están metidos en un universo en el cual se desenvuelven sin auxilio ni del bien ni del mal, que por ende se anulan.
EW-P: Es como una atmósfera cerrada.
DL: La incomodidad social es el sentido, como una suerte de entomología, de incomodidad de insecto, de que todos están conviviendo juntos viéndolos como en lupa, más allá de que estén obrando bien o mal.
AL: No es un mal sino una degeneración, un arribo a la alcantarilla la que se pretende producir a través de las imágenes que discurren en una sola locación.
EW-P: Dentro de ésta lógica en la construcción tanto de la atmósfera, de los personajes, cuales fueron las influencias dentro de la concepción de las mismas.
AL: Es curioso el tema de las influencias, ya que muchas de éstas son totalmente inconscientes, ya que cuando filmamos por primera vez el FT en el 2002, y al revisar las imágenes en el 2005 lo primero que me vino a la cabeza fue Buñuel, más concretamente “El Ángel Exterminador” que creo no haberla visto al escribir el guión, pero guardando muy bien las distancias con el maestro la veo como una influencia a posteriori total. Ya que por primera vez tocamos un tema, muy abordado por Buñuel por cierto, que es colocar la trama en un ambiente burgués, mientras que los otros trabajos se habían movido en un ambiente de clase media-baja, donde los personajes burgueses era un lunar dentro de la trama, aquí todo se mueve en un club de sociedad, o más bien un antro de perdición de burgueses.
DL: A mi me da vergüenza citar a las influencias, ya que si las ven comparadas con el trabajo final dirían que miserables estos. . . y bueno, se podría decir que hay un montón de influencias que van desde David Lynch, pasando por von Trier llegando hasta el Chavo o Condorito.
EW-P: A pesar de estas influencias tan disímiles o heterogéneas noto aspectos recurrentes en su obra, no sé si conscientes o inconscientes, pero temas como el alcohol, lo popular, el intelectual decadente que está fuera de contexto como algo anecdótico ¿Cómo ven o cómo trabajan estos motivos?
DL: Te estás olvidando de la masturbación
AL: Los motivos son pues algo casi inconsciente que uno va plasmando ya sea en personajes o en hechos, pero es algo que uno no controla, es algo que viene y vuelve a venir, y uno simplemente cede ante ello.
Con el tema del intelectual podemos remitir a la influencia de Pepo, ya que es una mezcla que se aproxima a un Foucault combinado con Condorito, en esa vena tenemos pues a un Edipo von Kirki o a un Ánito Galarza.
EW-P: A mí me interesa mucho, por el hecho de que tu eres ex – sociólogo (a Diego). ¿Cómo construyen esas sátiras de los sujetos que tienen la razón encima?
DL: Remitiendo de nuevo al 2002, que es justo el año en que más apasionado estaba con la sociología y también fue el año en que me decepcioné de la sociología, y creo que ese cuestionamiento está implícito en el guión, que creo era un problema consciente que estaba viviendo. Mas allá de todo creo que la película tiene un ambiente microsociológico, inspirado en el interaccionismo simbólico, yaaa.
EW-P: Dentro del marco del cine actual boliviano, parece que hay un interés de mezclar el humor con la concientización, un poco para rellenar el hueco que estamos viviendo como sociedad, como construcción de sociedad e interpelar a través del cine a la ciudadanía con fines de integración. Dentro de esta lógica ¿cómo se inscribe la película?
AL: En principio hay que ubicar que la película fue escrita el 2002, lo cual es lejano a la realidad que hoy se vive en el país, pero en ninguno de nuestras películas, y ésta no es la excepción, hay una búsqueda de dar un mensaje, menos de condenar o de reivindicar, uno traza la película sin búsquedas pedagógicas o moralistas, ni en enmarcarse en una lógica panbolivianista, más bien se da el afán de construir un universo propio, eso si con todas las influencias bolivianas que tenemos a la mano.
DL: En ese sentido se alinea más con la última película de Bouloq (Lo más bonito y mis mejores años) ya que es una película que trata sobre personajes singulares que si bien, inevitablemente representan algo, no buscan hacerlo directamente. No se parte de la intención de representar una realidad mayor, sino de esa pequeña realidad, generar un universo, que sería el universo de estos personajes que es hermético. De hecho hay figuras populares bolivianas, figuras burguesas, pero esos son rasgos que tenemos todos, todos tenemos rasgos sociales, pero no hemos querido recalcarlos, ni idealizarlos, ni satanizarlos en esta película. De ahí que pueda tener un significado nihilista, o que no tiene objetivo moral ni un objetivo de diferenciar entre el bien y el mal, ni decir esto está bien y esto mal.
EW-P: Yo noto en la película, que pese a que no tenga un mensaje o reivindicación, ni busque ser una apología de nada, que ésta tiene una propuesta ética extraña, ya que la película empieza haciendo referencia al amor y luego a detallar una escala de valores y como a partir de eso todo va poco a poco degenerando hasta llegar a una escena casi pedofílica. ¿No hay detrás de eso una propuesta ética?
AL: Lo que se podría decir es que la trama de la película es una radiografía ética, no es la búsqueda de una deontología ni nada por el estilo, sino que al partir con una escala de valores, esto sugiere o apunta por donde va discurrir la película. La moral o la ética es un personaje de la película que se encarna en cada uno de los personajes que tiene cada uno a su manera, personificarla. La escala de valores señalada al principio y puntualizando, aunque sea de manera subjetiva, los valores más altos, durante la película se va dinamitando hasta llevar los “valores” a un nivel ínfimo. Es como un descenso a los infiernos del alma, y como decíamos, sin un interés de condena, sino más en un afán radiográfico.
DL: Todo esto con un jazz funkero de fondo, no es una música triste. Y creo que es fundamental el diferenciar la ética, como rama de la filosofía que trata del bien y el mal, y la ética de una obra de arte, que tiene otros parámetros, que serían básicamente la coherencia con el universo que se representa, ésa coherencia dotaría de ética a una obra de arte. Viéndolo desde otro sentido uno de los temas de la película puede ser la ética pero sin ser vista de una perspectiva moral, incluso se puede decir que el tema principal de la película es la ética, la crisis de valores, sin decir que valores, ni porque crisis, ni quien es bueno y quien es malo, simplemente radiografiar a los personajes.
EW-P: O sea en vez de ser un panfleto sobre la ética y dar una línea, más bien es una radiografía sobre la ética, lo cual es distinto. No es plantear un mensaje, más bien mostrar que así está la cosa.
DL: Ésta película no sería ética si al final haríamos que un héroe le gane al malo o que haya un mensaje para que los niños o los padres de familia reflexionen o se reconforten o no en sus valores. Y la propuesta no es reconfortante porque no buscamos reconfortar a nadie en sus valores
AL: Y en ese punto llegamos al final de la propuesta, que alcanza un nihilismo que se va erigiendo desde la destrucción paulatina de la escala de valores consumándose en la masturbación final.
Ernesto Wanchaca-Pardo
Crítico, sociólogo y funcionario