“Otra vez estoy solo y quiero estarlo:solo con el cielo puro y el mar infinito; otra vez reina la tarde a mi alrededor.”
Friedrich Nietzsche, Así habló Zaratustra
Siento que la inquietud existencial de nuestra época es una coágulo de energía del tamaño de la noche, trancada en la garganta de la humanidad, que se ahoga en su propio grito de auxilio. Siento la tensión de un desenlace supracósmico: un tiempo de revelaciones antecediendo a un tiempo de transmutaciones.
Y, al mismo tiempo, no siento nada.
Detrás del barullo espantoso se escuchan cantos antiguos, cantos de invocación y de reminiscencia de otros tiempos. A ciertas horas el tiempo deja de serlo. Lo que ya sospechamos, como un estremecimiento, será verdad absoluta y los sueños se adueñarán de la tierra. Bailaremos con los muertos en un crepúsculo que no será sino perpetuo amanecer, en una fiesta de colores hasta entonces desconocidos.
Y el silencio, tan elegante, estará acompañanando esa música hecha filigrana en los pétalos del cielo.
Ya lo dijo el mago antes de la guerra final: lo avisó en una imagen plagada de estática: el otro está debajo de la cama: no hay nada que temer: el espejo no es lo que parece: todo es absolutamente necesario.
Y sin embargo no siento nada. Siento los dulces fotones del sol de tardecita revoloteando en un cerebro otoñal. Parece que no pasara nada, ni ese tibio vientecito, y, sin embargo, del otro lado de la pantalla…
Golpe seco. Disparo. Nada primordial. El árbol que cae en el bosque. La sonrisa de Khaibit.
Y de dudar ni hablar, eso es lo importante. No dejes de creer.
¿Quién estará listo para la salida del sol de las entrañas del Hombre? Ese fuego que a su vez es mano creadora y semen fecundador, esa luz que lastima y enceguece, magia que marea. Hoy nos toca esperar, mañana será de enfrentar. ¡Salud y buen provecho!
2 comentarios:
Oneiros, lo grandioso de las series épicas como "Los Soprano", "Deadwood" o "The Wire" es que provocan diferentes tipos de resacas y vacíos existenciales a su finalización, es algo inherente a verse inmerso en su universo. Que te produzcan chaki es tan normal y consustancial como dormirte en una peli de Tarkovski.
Eso mismo.
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